TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La violencia generalizada, el crimen organizado, la presencia de pandillas, además del impacto de los fenómenos climáticos, la pobreza arraigada y el hambre son algunos de los factores causante que la población salga de sus hogares para buscar mejores oportunidades dentro y fuera del país.
La crisis de desplazamiento en Honduras es cada vez más compleja, y lamentablemente parece estar olvidada por los tomadores de decisiones, así lo señala un reciente informe del Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés).
En su informe el NRC revela que Honduras es una de las 10 naciones con las crisis de desplazamiento más desatendidas del mundo en 2023; ubicándola en la posición seis, demás de ser el único de América que figura en la lista; los demás países se ubican en el continente africano.
Los países que integran la lista son: Burkina Faso, en primer posición, seguido de Camerún, República Democrática del Congo, Mali y Níger, Honduras, Sudán del Sur, República Centroafricana, Chad y Sudán.
La organización humanitaria que protege los derechos de las personas afectadas por el desplazamiento establece en su informe que en 2023 en Honduras cerca de 3.2 millones de personas necesitaban ayuda humanitaria, además que el número de hondureños que regresaron al país ascendió a los 56,000, “muchos de ellos se vieron obligados a regresar y se encontraban en una situación de gran vulnerabilidad, luchando por salir adelante y necesitando ayuda”.
El informe resalta que Honduras es un país de tránsito para personas refugiadas y migrantes que cruzan con la esperanza de llegar a México o Estados Unidos, en los últimos años el tránsito de emigrantes aumentó exponencialmente, solo el año pasado se contabilizaron aproximadamente unas 750,000 personas que pasaron por el territorio.
”A pesar de las crecientes necesidades, la comunidad internacional siguió ignorando en gran medida a Honduras y la respuesta a la crisis siguió siendo insuficiente. El plan de respuesta humanitaria solo recaudó el 15% de los 280 millones de dólares necesarios en 2023, lo que la convierte en la crisis menos financiada de todas las que aparecen en este informe”, cuestiona el Consejo Noruego en el documento.
Agrega que los esfuerzos de la comunidad humanitaria por llamar la atención sobre la crisis se encontraron con una falta de respuesta y la situación amenaza con deteriorarse si en el futuro no existe un plan de respuesta humanitaria para Honduras liderado por la ONU.
Atención a las causas
Para el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) el informe del Consejo Noruego es un llamado a las autoridades gubernamentales para atender las causas estructurales que generan el desplazamiento, como la pobreza y la violencia.
“Es importante que el Estado atienda las causas estructurales porque la violencia cada día va en aumento y está generando desplazamientos internos, pero también externos de personas”, declaró Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Conadeh.
Reyes cuestionó que la violencia se va incrementando en función de la operatividad de los entes encargados de impartir justicia.
Donde no hay una buena investigación y no se sanciona a los responsables de la comisión de delitos hay impunidad y ese el motivo por el cual las personas se sienten desprotegidas y es cuando toman la decisión de salir de sus comunidades e incluso huir del país.
Reyes expuso que hasta agosto del 2023, más de 170,000 hondureños solicitaron asilo en diferentes países del mundo, y eso es un reflejo que las personas están saliendo de sus comunidades, de sus municipios, de sus departamentos para desplazarse porque está en riesgo su vida y su integridad personal, apuntó
Ayuda para los desplazados
Los avances para proteger y dar ayuda humanitaria a las personas desplazas son pocos y caminan lento.
De acuerdo a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Honduras más de 247,000 personas tuvieron que abandonar sus hogares, empleos, familias y comodidades debido a situaciones de violencia.
Lamentablemente muchos de los desplazados no reciben apoyo por parte del Estado, por lo que se enfrentan a una situaciones vulnerables.
Desde hace varios años las distintas organizaciones de derechos humanos solicitaron a las autoridades la probación de una ley para atender a las victimas de desplazamiento forzado; pero fue hasta el 2022 que el Congreso Nacional aprobó la Ley para la Prevención, Atención y Protección de las Personas Desplazadas Internamente.
No obstante, casi dos años después de su aprobación la normativa sigue sin aplicarse, debido a la falta de un reglamento y aunque se trabaja en él, todo parece indicar que se debe esperar hasta el próximo año para conocerlo y empezar aplicar la ley.
La normativa establece un fondo de 150 millones de lempiras para brindar atención a los desplazados, pero de ese dinero aún no se puede hacer uso mientras no exista el reglamento.
Recomendaciones
El informe del NRC concluye que los desplazamientos relacionados con los conflictos van en aumento y el número de desplazados internos alcanzó un desastroso récord en 2023.
Y que la desatención política internacional, la fatiga de los donantes y las necesidades humanitarias están contribuyendo a que el patrón de abandono sea más amplio.
”La brecha cada vez mayor entre las necesidades y la respuesta humanitaria está agravando las vulnerabilidades, especialmente para las poblaciones desplazadas”, revela.
Recomienda que se debe proporcionar ayuda humanitaria en función de las necesidades de las personas afectadas y no según intereses geopolíticos o niveles de atención mediática hacia determinadas crisis.
Insta además a pasar de los debates reactivos a los proactivos para responder a las crisis de desplazamiento desatendidas mediante la puesta en marcha de mecanismos y plataformas que vuelvan a poner a los países en el radar, así como aumentar los presupuestos humanitarios y de desarrollo.
