Convertirse en una sociedad anónima es una de las pocas opciones que tiene la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) para evitar perder lo poco que aún posee.
Este es el criterio del presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Adolfo Facussé, quien de manera reciente se reunió con ejecutivos de la “empresa de todos”, para discutir la crisis financiera por la que transita la institución y las posibles soluciones.
“Hondutel debe elegir a un socio con capacidad técnica y económica para que invierta en una sociedad anónima. Creemos que las acciones deben ser tomadas en el menor tiempo posible porque se acelera el ritmo del deterioro de la empresa”, advirtió Facussé.
El secretario de Finanzas, Héctor Guillén, anunció el viernes anterior de la conformación de una comisión para definir cuáles opciones convienen tomar para el rescate de la estatal telefónica.
Para el gerente de la estatal, general (r) Romeo Vásquez Velásquez, se debe tomar una decisión y el camino hacia la transformación de Hondutel pasa por incorporar a una de las tres compañías privadas que han solicitado coinvertir mediante una alianza público privada.
Al respecto, el presidente de la Andi ha dicho que mediante esta figura podría darse una participación accionaria al gobierno y a los trabajadores.
“Creemos que Hondutel debe ser depurada de activistas políticos en el menor tiempo posible porque no serían aceptables para ningún accionista”, expresó.
Autoridades de la estatal telefónica han expresado que no se tienen unos 700 millones de lempiras para cancelar prestaciones laborales. Tampoco se tiene la potestad para acudir a la banca privada en busca de este financiamiento.
Statu quo
Facussé expresó que está escéptico que el sector público inyecte recursos para cancelar los sueldos y salarios de los empleados de Hondutel y que destine recursos para efectuar las inversiones tecnológicas. “Todos sabemos que el gobierno está quebrado y que le falta dinero para pagarle a los maestros y a las enfermeras”, indicó el industrial.
De manera preliminar se ha estimado que la estatal requiere de una inversión estimada a los 300 millones de dólares para poder actualizarse y competir con los operadores de telefonía privados, que juntos superan los 8.1 millones de líneas móviles. Este monto, sostienen algunos analistas, puede ser utilizado para construir una represa como Guacerique dos.