Un llamado a los corazones que se han alejado de Dios y no respetan la vida, hizo este domingo el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, en el inicio del triduo que conmemora el 268 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras.
'A todos les deseo una fiesta preciosa de la Virgen de Suyapa, que venga llena de bendiciones para la familia y llena de bendición y de paz para nuestra Honduras. Que traiga por finalmente el fin de esta violencia tal irracional que nos sigue abatiendo', manifestó el líder de la iglesia Católica en Honduras.
De igual manera, pidioó a 'todos aquellos que se sienten con licencia para matar, recuerden que no es ese el camino que lleva a Dios, ni el camino que lleva a la paz'.
'Oremos para que Dios toque los corazones que todavía están endemoniados, como este que salió en la sinagoga. Los corazones de aquellos que todavía tienen el mal en su corazón, para que se abran a Dios, para que cambien de vida, para que comprendan que le tienen que dar cuenta a Dios si le quitan la vida a otra persona', agregó.
El religioso también llamó a la reflexión sobre la cultura de la indiferencia, de una sociedad de consumo, del espectaculo, deja vacíos los corazones y los aliena.
'El Señor viene a ofrecerlo a todos el camnino de liberación, un camino de esperanza, un camino de alegría. Cada vez que lo escuchamos debemos decirle: Señor, saca de mí todo aquello que sea inmundo, todo aquello que no sea digno de tí, saca de mi sentimientos equivocados'.
'Cuantas veces escuchamos dentro de nosotros gritos, que nos echan en cara nuestros límites, que quieren hacer perder de vista la dignidad de toda persona humana, nuestra libertad. Gritan los desalientos, gritan los pesimismos, gritan los desanimos, grita todo lo que siembran división en la familia, en la sociedad (...) Ese espiritu inmundo que se mete por todos lados, el Señor lo echa fuera. El que insulta, el que calumnia, no puede ser buen devoto, todos queremos ser devotos de la Morenita de Suyapa y todos sabemos que ella es el trono de la gracia para darnos la gracia de Dios', remarcó.
Finalmente, exhortó a la población a llegar a la celebración del 3 de febrero con amor, con alegría, con entusiasmo y con un corazón puro.
'Digamos con el Salmo 50: 'Oh Dios, crea en mí un corazón puro. Renuévame por dentro con el Espíritu Santo, para que pueda amarte, servirte y hacer el bien', apuntó.
