TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Cuando hace su trabajo, una que otra lágrima se escapa y corre por su mejilla, pero sus labios la detienen al dibujar una sonrisa que oculta su mascarilla.
Ileana Villalobos es una profesional del Periodismo que con 27 años emprendió un negocio lejos de las cámaras y las grabadoras para acercarse al mundo de la pimienta, las verduras y el vinagre.
Desde hace dos meses que ha puesto todo sus esfuerzo en su joven negocio llamado Aliñitos-Encurtidos y más, una microempresa que por ahora se dedica a la venta de encurtidos artesanales y personalizados.
¿Por qué Aliñitos? Para Ileana esta es una palabra con mucho significado y peso tradicional, pues significa condimentar y es usada por los hondureños para expresar un grupo de cosas.
Por lo que calza bien al describir esos botecitos llenos de un abanico de vegetales aliñados con un delicioso sazón.
LEA: Don Obdulio aviva la tradición del molino
Apuesta por el sabor
Hace un par de meses que la joven emprendedora terminó un contrato laboral y, por la crisis que ha generado la pandemia, varias de las ofertas que tenía se han mantenido en pausa, por lo que no se quedó de brazos cruzados.
De aquellas lecciones entre madre e hija para enseñarle a preparar encurtidos surgió la idea de ofrecer este sabroso producto.
Desde que empezó a ofrecer los botes llenos de suculentas verduras también ha apoyado a los vendedores de su colonia.
“Queríamos que nuestro negocio tuviera un propósito además de solo vender, por eso le compramos a las personas que andan con sus canastas vendiendo, es una manera también de ayudar”, manifestó la emprendedora.
 |
Los encurtidos que prepara Ileana son elaborados según el gusto del cliente.
Hay de cebolla roja para acompañar unos tamalitos de frijoles y unas ricas tajaditas de plátano o banano maduro, pero también está el de cebolla y zanahoria que es ideal para un crujiente pollo chuco.
Al ser personalizados, el cliente selecciona el nivel de picante que desea, por lo que Ileana es capaz de que sus encurtidos sonrojen al más atrevido del picante o condimenten un buen platillo con el suave sabor de sus productos.
Sus primeros clientes fueron amigos cercanos y la publicidad de boca en boca y las de redes sociales le han permitido que ahora sus ventas vayan a la alza y ahora su familia se ha involucrado en la venta y en la elaboración.
Incluso su cocina se ha llenado de instrumentos para facilitar el trabajo.
DE INTERÉS: En un horno a base de leña y vualá, La Pizza
Metas y anhelos
Entre las metas de la experta del sazón se encuentra la de ampliar su oferta a más productos tradicionales, como el concentrado de horchata.
“Queremos resaltar nuestras tradiciones y promover las comidas tradicionales”, manifestó la joven.
La joven actualmente cursa una maestría en Dirección en Comunicación Corporativa, lo que le ha permitido impulsar su trabajo en los negocios.
Anhela que su emprendimiento sea solo el primer eslabón para seguir su negocio.
ADEMÁS: Ally Makeup: Sombras, brillo y color destellan arte y creatividad
