Tegucigalpa, Honduras
No hay campaña que lo detenga. El flujo de menores no acompañados que deciden emprender la peligrosa ruta hacia Estados Unidos ha incrementado en los últimos meses.
De acuerdo con cifras disponibles en el sitio web http://conmigho.wixsite.com/subscym-conmigho de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de octubre de 2015 a junio de 2016 han ingresado a Estados Unidos 6,893 menores no acompañados.
Esta cifra indica que en promedio unos 862 menores hondureños ingresaron a esa nación cada mes.
En comparación con el año fiscal 2015 (de octubre de 2014 a septiembre de 2015), en el que se registraron 5,401 menores no acompañados, el 2016 muestra un aumento de 1,492 niños y adolescentes que atravesaron la frontera de Estados Unidos.
Notablemente las cifras van en aumento y la alerta surge porque la misma puede llegar a igualar la cifra de 2014, cuando se declaró la crisis migratoria.
De acuerdo con el informe, en la crisis registrada de mayo a septiembre de 2014 hubo 8,210 menores hondureños no acompañados que llegaron a Estados Unidos. Es decir que entre la crisis de 2014 y el registro de 2016 solo hay 1,325 niños de diferencia.
Al tomar en cuenta que el promedio mensual de ingreso de menores a Estados Unidos es de 862 niños, esa cifra de la crisis migratoria podría ser alcanzada en agosto, un mes antes de que se cierre el año fiscal 2015-2016.
Comportamiento
Sin embargo, es de recordar que el promedio no es tan exacto respecto al flujo migratorio real, ya que este varía de acuerdo al mes o a las estaciones de cada año.
El documento detalla, por ejemplo, que en enero de 2016 se reportó el ingreso de 350 niños, en febrero fueron 422 y en marzo 520 niños.
En abril se muestra el pico que habría generado el incremento de la cifra, ese mes se reportaron 1,138 menores, sin embargo, para mayo las cifras bajaron a 942 niños y en junio disminuyeron a 843.
De acuerdo con los expertos en temas migratorios, el flujo de menores continuaría en descenso puesto que se acercan los meses de mayor frío, aunque este año podría haber una particularidad por los temas políticos.
Esfuerzos
Según Lolis Salas, titular de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), el aumento en las cifras es notable, pero el trabajo del gobierno continúa.
“El aumento es evidente: si contamos con una cifra de 5,000 mil niños en el año 2015 y al mes de junio estamos con más de 6,000 niños, significa que hay una alza muy importante en temas comparativos”, reconoció.
Salas indicó que las cifras son obtenidas en colaboración con el gobierno de Estados Unidos, México y las unidades consulares del país, pero indicó que “hay muchos de esos niños que pudieron haber salido, pero que no están entre esos 6,000 niños”.
Aseguró que estas cifras retan al gobierno a redoblar esfuerzos para poder alertar a la población de los riesgos que implica la migración irregular y clandestina, sobre todo cuando se trata de menores de edad.
“Es un tránsito de peligro, de riesgo, cuando viajan no acompañados porque los niños pueden viajar acompañados o no acompañados, pero hay más riesgo cuando viajan solos”, indicó.
Recordó la fatídica historia de los menores que fallecieron ahogados en la frontera de Guatemala con México el pasado 20 de julio y, aunque dijo que emigrar es un derecho, advirtió que “no es un derecho de nadie colocar a los niños y niñas en una situación de peligro”.
“Los niños que se colocan en esta ruta son colocados por una persona adulta, sean familiares o personas extrañas que por cualquier razón colocan a los niños en una situación de peligrosidad”, lamentó la también abogada.
Apuntó que el riesgo no solo es que los menores pierdan la vida sino que puedan llegar a ser víctimas de la trata de personas, de la explotación sexual comercial, del narcotráfico o de trabajo infantil peligroso.
Las causas
A criterio de Karen Valladares, secretaria ejecutiva del Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (Fonamih), pese a las acciones que buscan frenar la migración, el flujo persiste.
“A pesar de estas medidas que se han habilitado en las fronteras, vemos que la migración de niños y niñas acompañados o solos, pues definitivamente se está incrementando”, indicó. Apuntó que las causas de la migración son varias y entre ellas está el tema de la violencia.
“Nuestra población migrante no solo se está moviendo por falta de oportunidades sino también por la situación que acarrea por el tema del desplazamiento forzado por la violencia”, aseguró.
Reflexionó que muchos hondureños tienen grandes expectativas por el tema político, al escuchar discursos como el de Hillary Clinton, que promete reformas migratorios, pero aseguró que estos cambios no sucederán de forma inmediata.
Valladares indicó que mientras el proceso de campaña continúa para elegir al nuevo presidente de Estados Unidos, ese país “todavía continúa con su objetivo de lograr la deportación para las familias que estén ingresando actualmente y la gente como que todavía no entiende”. Dijo que la realidad es, por ejemplo, que de un 20% de ciudadanos que emprenden la peligrosa ruta a Estados Unidos, puede ser que solo un 2% logren su objetivo y el resto tiene que retornar desde México por el Plan Frontera Sur.
Sobre el retorno de migrantes, Valladares reconoció que si bien hay una atención expedita para recibirlos, “no hay una atención más allá para atender la situación en la que esta persona se vio en la necesidad de migrar”.
