TEGUCIGALPA, HONDURAS.- 'Impresionante bahía de aguas azules en medio de muchas islas volcánicas', así describió el físico alemán
Albert Einstein a la isla de
Amapala, en el
Golfo de Fonseca, al sur de Honduras.
La prueba de que el más famoso de los ganadores del Nobel de Física estuvo en suelo catracho está precisamente en sus escritos, que hoy son conservados en la Universidad Hebrea de Jerusalén, publica la BBC en su sitio.
'En la época de los alemanes tuvimos la visita de Albert Einstein. Pernoctó una noche en Amapala', comenta a BBC, Enrique Humberto Rodríguez, un destacado amapalino conocedor de la historia de la isla.
'Amapala, ¡en Honduras! Por eso es que no habían recibido mensajes nuestros', se lee en una misiva, firmada por Einstein y su esposa, Elsa.
En uno de sus diarios, fechado 29 de diciembre de 1931, Einstein ofrece de su puño y letra más detalles sobre la visita.
'22 (de diciembre). 8 de la mañana llegamos a la bahía de Honduras. Anclamos en la 'Isla del Tigre'', se lee en el diario cuidadosamente llenado por Einstein durante el viaje que lo llevó por segunda vez a Pasadena en diciembre de 1931, para una de sus tres temporadas en Caltech, el Instituto de Tecnología de California, publica BBC.
'Impresionante bahía de aguas azules en medio de muchas islas volcánicas, verdes sobre marrón', es la descripción que hace del Golfo de Fonseca.
'Como para entonces ya era ciudadano americano, después de la guerra del 1945, vino protegido por los americanos, en un barco mercante. Ellos lo trajeron por precaución, cuidándolo', explica Rodríguez.
Si hay dudas sobre su estancia en Amapala, 'la respuesta está en los archivos personales del físico alemán que se conservan en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Ahí, en una postal dirigida al profesor Max Born y su esposa, el nombre de Amapala está claramente escrito con todas sus letras', detalló al medio londinense.
Y es que la isla no solo alojó al famoso alemán, también fue capital de la República Mayor de Centroamérica y, según la leyenda, guarida del pirata inglés Francis Drake. Además fue visitada por el presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover, en 1928.
El nombre de Amapala proviene del potón, un dialecto de los indígenas de la zona en el que significaría 'cerro de culebras'. Otros dicen que significa 'cerca de los amates' en lengua náhuatl. Mientras que lo de isla 'del Tigre' es una referencia a Sir Francis Drake o al menos esa es la versión que manejan los amapalinos.
La prueba de que el más famoso de los ganadores del Nobel de Física estuvo en suelo catracho está precisamente en sus escritos, que hoy son conservados en la Universidad Hebrea de Jerusalén, publica la BBC en su sitio.
'En la época de los alemanes tuvimos la visita de Albert Einstein. Pernoctó una noche en Amapala', comenta a BBC, Enrique Humberto Rodríguez, un destacado amapalino conocedor de la historia de la isla.
'Amapala, ¡en Honduras! Por eso es que no habían recibido mensajes nuestros', se lee en una misiva, firmada por Einstein y su esposa, Elsa.
En uno de sus diarios, fechado 29 de diciembre de 1931, Einstein ofrece de su puño y letra más detalles sobre la visita.
'22 (de diciembre). 8 de la mañana llegamos a la bahía de Honduras. Anclamos en la 'Isla del Tigre'', se lee en el diario cuidadosamente llenado por Einstein durante el viaje que lo llevó por segunda vez a Pasadena en diciembre de 1931, para una de sus tres temporadas en Caltech, el Instituto de Tecnología de California, publica BBC.
'Impresionante bahía de aguas azules en medio de muchas islas volcánicas, verdes sobre marrón', es la descripción que hace del Golfo de Fonseca.
'Como para entonces ya era ciudadano americano, después de la guerra del 1945, vino protegido por los americanos, en un barco mercante. Ellos lo trajeron por precaución, cuidándolo', explica Rodríguez.
Si hay dudas sobre su estancia en Amapala, 'la respuesta está en los archivos personales del físico alemán que se conservan en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Ahí, en una postal dirigida al profesor Max Born y su esposa, el nombre de Amapala está claramente escrito con todas sus letras', detalló al medio londinense.
Y es que la isla no solo alojó al famoso alemán, también fue capital de la República Mayor de Centroamérica y, según la leyenda, guarida del pirata inglés Francis Drake. Además fue visitada por el presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover, en 1928.
El nombre de Amapala proviene del potón, un dialecto de los indígenas de la zona en el que significaría 'cerro de culebras'. Otros dicen que significa 'cerca de los amates' en lengua náhuatl. Mientras que lo de isla 'del Tigre' es una referencia a Sir Francis Drake o al menos esa es la versión que manejan los amapalinos.