El Instituto Nacional Agrario (INA) retiró todos los expedientes relacionados con el escándalo de adjudicación de títulos que estaban en proceso de inscripción en el Instituto de la Propiedad (IP) sobre el terreno de Yaguacire.
El escándalo de corrupción, que salpica a César Ham y varios de sus allegados, fue revelado en exclusiva por EL HERALDO la semana pasada.
“Vamos a anular todo el proceso y vamos a reiniciar otro. Es la única forma de depurarlo”, dijo el director de la institución agraria, Ramón Lara.
En el proceso de depuración quedarán excluidos todos los beneficiarios que no tienen ni tuvieron una relación laboral con el INA y los exfuncionarios que, de manera inconsulta, les fueron otorgados títulos de propiedad.
Además, quedarán al margen de manera automática quienes, por iniciativa propia, renuncien a sus derechos otorgados por las anteriores autoridades, a quienes supuestamente no les pidieron su consentimiento para otorgarles títulos de propiedad sobre los lotes ubicadas en la aldea de Yaguacire, al sur de la capital.
El director del INA no precisó cuántos expedientes fueron retirados pero, en coordinación con las autoridades del IP, se decidió suspender el proceso de inscripción de todo lo inherente a la adjudicación masiva formalizada el 24 de enero del corriente año y que generó la denuncia del Sindicato de
Trabajadores del INA (Sitraina).
La agrupación sindical asegura que son 287 expedientes los firmados por el exdirector Nectaly Medina, quien se amparó en la Cláusula 58 del Noveno Contrato Colectivo, que ordena a la patronal buscar soluciones habitacionales para los empleados de la entidad agraria.
“En la anulación del proceso no es que le vamos a quitar sus derechos a los trabajadores, lo que queremos es reiniciar el proceso (de adjudicación), depurarlo, de manera legal y transparente”, dijo Lara, excalde de Las Vegas. El Sitraina condenó que el INA haya entregado títulos de propiedad a exfuncionarios de la institución encabezados por César Ham.
El terreno de 128 manzanas, según la denuncia, es propiedad del Sindicato que en 1998 lo compró al INA por una cantidad simbólica de 65 mil lempiras con la finalidad de ejecutar un proyecto habitacional para los trabajadores, mismo que no se ha hecho.
En una primera declaración, Ham negó ser el dueño del terreno. “No soy dueño de ningún terreno, ni tampoco sabía (de la existencia) de un título de esa naturaleza. Yo no lo he solicitado, ni verbalmente, ni por escrito. Es más, ni sé dónde queda”, afirmó.
Sin embargo, con la presentación de un escrito en el INA, donde renuncia a la posesión, Ham aceptó que es dueño de la propiedad.
Además de él, cinco personas más renunciaron al derecho de adjudicación. La distribución masiva de terrenos ha generado una polémica entre el Sindicato del INA y exfuncionarios, la mayoría militantes del partido Unificación Democrática del cual Ham es su presidente.
El Sitraina presentó formal denuncia ante el Ministerio Público en la cual pide que se investiguen los alcances de la denuncia. Posteriormente, el exasesor jurídico del INA, Marco Ramiro Lobo, denunció al sindicato de poseer tierras en Tegucigalpa, Choluteca, Comayagua y Santa Rosa de Copán, lo cual no es ético porque no los sindicalistas no son beneficiarios de la reforma agraria.
