Tegucigalpa, Honduras
Casas hechas de bolsas plásticas, personas que viven con menos de un dólar diario y la desnutrición de cierta parte de la población son indicativos claros de que en Honduras continúa habiendo una alta incidencia de pobreza.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el 2016 el 60.9 por ciento de los hondureños vivía en pobreza y el 38.4 por ciento en extrema pobreza, en su mayoría residía en el área urbana.
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Hasta la fecha, las cifras no han cambiado.
Ismael Zepeda, investigador del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), dijo que aunque los hondureños tengan un trabajo, difícilmente pasarán de “ser pobre a ser clase media, de ser clase media a ser rico”. Explicó que en los últimos 15 años el Estado ha erogado 450 mil millones de lempiras en la estrategia para reducir la pobreza, pero hasta el momento no se observan avances.
“Antes eran dos millones de hogares los que estaban en pobreza, ahora estamos hablando de más de tres y medio millones de hogares que se encuentran en esta condición”, informó.
Datos del INE señalan que desde el 2001 hasta el 2016 el país redujo en 2.8 por ciento la pobreza y en 5.8 por ciento las condiciones de extrema pobreza.
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