TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A raíz de los altos índices de inseguridad en Honduras, en 2022 se reportó una reducción del 7.2% en la matrícula bajo la modalidad de jornada nocturna en el sistema educativo.
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Datos de la Unidad del Sistema Nacional de Información Educativa de Honduras (Usinieh) detallan que 2021 cerró con 22,982 matriculados, mientras que el año pasado se inscribieron 21,325 estudiantes a nivel nacional.
Causas de la reducción
Según analistas y docentes, la primera razón por la cual cada año se inscriben menos estudiantes en esta modalidad se debe a los casos de violencia que arropan al país.
“Muchos padres de familia prefieren que sus hijos se queden en su casa en vez de mandarlos a los centros educativos, principalmente en donde los índices de violencia han aumentado”, señaló Johnny Varela, analista educativo.
Dentro del mismo análisis hecho por EL HERALDO se constató que los hombres fueron los más vulnerables en 2022 a actos de violencia, asaltos u extorsiones dentro de estos centros educativos, debido a que el 52.3% de la matrícula corresponde a este género.
Todo lo contrario a la comparativa en 2021, cuando se reportó una matrícula de mujeres de 11,708, lo que representó el 50.9%.
“No están apoyando las jornadas nocturnas, aunque al menos no se están cerrando jornadas como lo hizo el gobierno anterior”, lamentó Ángel Arteaga, director del Instituto Técnico Luis Bográn.
Por su parte, Denis Cáceres, director educativo en la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), prevé que esta modalidad desaparecerá tarde o temprano. “Ante la desaparición de la jornada nocturna es pertinente que se potencien otras opciones alternativas; como jornadas en los fines de semana o mediante la virtualidad”, aseveró.
Estrategias
Los analistas sugieren tres factores para reforzar las jornadas nocturnas: que se efectúe un pacto nacional para implementar las leyes necesarias en estos centros; asimismo, la intervención de las empresas privadas para que puedan apoyar a los jóvenes que por causas de pobreza prefieren laborar que ser parte del sistema educativo; y asegurar transporte exclusivo a los jóvenes que estudian bajo esta modalidad por motivos socioeconómicos.