TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández Alvarado cumplirá este miércoles (15 de febrero) un año de estar arrestado. Previo a su captura, la Cancillería de la República emitió un hermético comunicado en el que informaba que Estados Unidos solicitó en extradición a un político hondureño.
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“La Cancillería de acuerdo a ley ha remitido a la CSJ comunicación oficial de la Embajada de EUA, solicitando formal arresto provisional de un político hondureño con el propósito de extradición a los Estados Unidos de América”, establecía el comunicado de prensa. En seguida, la Cancillería remitió la notificación a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que de inmediato procedió a nombrar al juez encargado de conocer el proceso.
La tarde noche del 14 de febrero de 2022, un contingente policial ejecutó un intenso operativo en las afueras de la vivienda de Hernández, con la intención de que no se escapara, aunque no había una orden de captura dictada por un juez.
Fue hasta un día después (15 de febrero de 2022) que el juez Edwin Francisco Ortez que emitió una orden de captura contra el exmandatario, que fue ejecutada por agentes policiales. Hernández se despidió de su esposa, salió de su casa, el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón le leyó la orden de captura, fue esposado de pies y manos, y en seguida fue trasladado bajo un intenso operativo policial a una celda en el destacamento conocido como Los Cobras, en Tegucigalpa.
El 16 de febrero, Hernández compareció ante el juez Ortez, quién le leyó los alcances de la acusación y dio luz verde a la extradición del exmandatario un mes después, tras valorar las pruebas de la justicia de Estados Unidos. No obstante, los abogados del exmandatario interpusieron un recurso de apelación, cuyo objetivo era frenar la extradición , sin embargo, el pleno de magistrados tras valorar los alcances del recurso, fue desestimado y ratificada la entrega a la justicia de Estados Unidos.
El 21 de abril de ese mismo año, Hernández fue entregado a la justicia de Estados Unidos en horas de la mañana. Al mediodía de ese día, un avión de la Agencia Antidrogas (DEA), lo trasladó hasta Nueva York.
Al siguiente día compareció ante el juez neoyorquino, Kevin Castel, quien informó de los cargos y ordenó un arresto provisional en su contra, y programó para el 5 de mayo, la segunda audiencia en la que Hernández se declaró inocente de los cargos, lo que abrió la posibilidad de ir a un juicio, que está previsto para septiembre de este año.
La acusación formal de Estados Unidos contra Hernández alega que “desde alrededor de 2004, hasta 2022, inclusive, Hernández, que fue presidente de Honduras durante dos mandatos, participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos”.
Supuestamente, el expresidente recibió millones de dólares para usar su cargo público, las fuerzas del orden público y el ejército para apoyar a las organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares.Hernández guarda prisión en el MDC de Brooklyn, una prisión de seguridad administrativa.