Tegucigalpa, Honduras
La justicia chilena decidirá este sábado si envía a prisión a Natalia Patricia Ciuffardi o confirma su libertad mientras dura el juicio en su contra por lavado de activos relacionado al despilfarro de dinero en contra del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La Fiscalía de Palo Alto apeló ante la Corte Suprema de Justicia arraigo nacional a favor de Ciuffardi que falló el juzgado de esa localidad de Santiago, capital chilena, que le permite a la imputada ventilar su caso fuera de la cárcel, pero con algunas restricciones.
Ciuffardi, no obstante, tiene prohibido salir de su país y está en la obligación de firmar un libro de registro en la Fiscalía de Palo Alto una vez por semana como medida de control.
Las autoridades de Chile capturaron a Ciuffardi el 1 de diciembre para someterla a un juicio por lavado de activos por no justificar una serie de millonarias propiedades que habría adquirido con recursos que le transfirió el exdirector del IHSS, Mario Zelaya, su examante y con quien tuvo un hijo.
La fortuna de Ciuffardi, entre cuentas bancarias y bienes inmuebles, asciende a unos 700 mil dólares (14.7 millones de lempiras) que habría sacado en efectivo dentro de maletas, así como por medio de giros desde Honduras.
La justicia de Chile le incautó a Ciuffardi al menos cuatro apartamentos y cuatro vehículos que habría adquirido con el dinero mal habido.
Uno de estos bienes embargados es un hotel en construcción en la localidad de Valparaíso.
La chilena también está acusada en Honduras por lavado de activos, ya que compró tres lujosos apartamentos en la capital valorados en 6.2 millones de lempiras.
Por tal razón el Ministerio Público de Honduras inició trámites para pedir la extradición de la chilena y enjuiciarla en el país.
La historia de Natalia Ciuffardi y Mario Zelaya parece el argumento de una novela de sexo, poder y corrupción.
Zelaya, según la prensa chilena, conoció a Ciuffardi en un centro nocturno y al cabo de pocos días comenzaron una relación.
El tórrido romance pasó a otro nivel cuando Zelaya utilizó a Ciuffardi para lavar dinero en Chile proveniente de actos irregulares en el Seguro Social.
El IHSS fue víctima de un fraude de 2,500 millones de lempiras producto de varios contratos irregulares de bienes y servicios.
De esta cifra, unos 280 millones de lempiras se pagaron a “empresas de maletín” por convenios que no fueron cumplidos.
La investigación de la Fiscalía apunta que estas empresas de maletín utilizaron esos recursos para comprar decenas de bienes inmuebles mediante empresas de bienes y raíces.
La defensa legal de Ciuffardi niega que ella haya sido pieza de Zelaya para ejecutar el lavado, ya que los recursos que le dio su examante fueron en calidad de “donación” para brindarle un patrimonio al hijo de ambos, de 1 año y 4 meses de edad.
