Disfrutar de un buen bocadillo de yuca con chicharrón es un deleite al paladar. Y es mejor si el acompañamiento en el plato son patitas de cerdo, siempre y cuando sean preparadas por manos expertas que le den ese sabor exquisito y sin igual.
Si de cocinar esta deliciosa comida se trata, doña Antonia Valladares Velásquez, de 61 años, dice presente. Ella es una ama de casa que ha hecho de ese negocio su medio de ingreso para sobrevivir con su familia.
Ella tiene 25 años de dedicarse a la venta de yuca con patitas de cerdo y otras golosinas en la calle principal del barrio El Chile, donde llegan clientes de diferentes clases sociales.
Quien prueba por primera vez un delicioso plato de yuca con patitas de cerdo con su ensalada y encurtido, seguro regresa.
Al negocio llegan clientes de Lomas del Guijarro, de la colonia Kennedy, de Villa Vieja y de otras zonas de la capital que conocen la fama de doña Antonia y el sazón del bocadillo que cocina.
Abogados, periodistas, médicos y gente de otras profesiones figuran en la lista de clientes de esta emprendedora ama de casa que con su magia deleita el paladar de muchos capitalinos en un ambiente limpio y tranquilo.
Todos los días a partir de la 1:30 de la tarde, Valladares Velásquez está frente a su fogón hecho de tierra lista para cocinar las patitas, así como a freír la yuca para servirla recién hecha a sus clientes, actividad que se extiende hasta las 10:00 de la noche.
Cuando el negocio está malo cocina entre 12 y 15 platos de patitas, pero cuando la economía está mejor vende entre 25 y 40 al módico precio de 45 lempiras.
La mayor afluencia de clientes se registra los fines de semana, principalmente, entre las 7:00 y 8:00 de la noche. Cuando mejor está la venta, cocina 60 libras del producto, mientras que los días normales entre 30 y 40 libras.
“Ahorita todos los negocios están malos”, expresó.
Recordó que en el tiempo que empezó con su negocio el valor de un plato de yuca con patitas era de 7 lempiras.
Fama nacional e internacional
Su fama ha traspasado las fronteras patrias, vecinos de El Chile que residen en Estados Unidos han subido fotos del alimento en las redes sociales para comentarles a sus amigos sobre lo delicioso que es disfrutar de la golosina recién sacada de la olla.
Asegura que cuando las personas que han vivido en El Chile y que ahora están en Estados Unidos vienen a visitar a sus familiares a la primera parte donde van es a la venta de golosinas a comprar sus respectivas patitas.
Dijo que los mismos clientes le hacen publicidad y les dicen a sus amigos que en El Chile venden patitas de cerdo y es así como uno se ha dado a conocer en varios sectores de la capital.
“Creo que no hay colonia donde no sepan de las patitas de cerdo, aquí vienen de las Lomas, de Palmira y de varios lugares”, expresó mientras le servía su plato a uno de sus clientes.
