Comayagüela, Honduras
La pasión de Cristo, la vía dolorosa desde su condena, el encuentro con su madre María y su muerte en la cruz también tiene rostro infantil.
Los últimos momentos vividos por el divino maestro previo a pagar con su sangre por la redención de la humanidad seduce a los más pequeños.
Y en esta ocasión fue a un grupo de devotos niños y niñas de la parroquia El Calvario, de Comayagüela.
Evangelización
La dramatización de “El mártir del Gólgota” en versión infantil se ha vuelto una tradición en esta comunidad religiosa, que tuvo como escenario la noche del pasado miércoles las calles del emblemático barrio Villa Adela.
Es ahí donde Eduardo Andino, de 11 años, luego de dos meses consecutivos de ensayo, dirigido por Antonio Valladares y Mario Discua, realizó el papel de su vida: Jesús de Nazareth.
“Me siento muy bien, tengo que ir serio y tener mucha fuerza, así como la mostró Jesús ese día”, comentó Andino.
Y las intensas horas de ensayo se vieron reflejadas en su rostro que mostraba dolor, pero a la vez resignación ante la prueba que sabía que tendría que pasar.
La suerte estaba echada desde que Pilatos soltara a Barrabás luego de preguntar: ¿Y qué hago con Cristo? Mientras que la turba enfurecida respondió: ¡Crucifícale, crucifícale!
Con su cabeza coronada de espinas, vistiendo túnica blanca y un manto púrpura, Jesús tomó la pesada cruz y la llevó sobre sus espaldas sangrientas y adoloridas, al tiempo que los centuriones lo golpeaban y le gritaban insultos e improperios.
El evento que iniciara en horas de la noche fue acompañado por la feligresía, quien no dejó de admirar el papel realizado por los protagonistas.
Hace varios años que esta comunidad religiosa de El Calvario, a cargo del sacerdote Ricardo Sevilla Chiang, realiza durante la conmemoración de la Semana Santa este vía crucis infantil con el propósito de evangelizar.
Los niños son reconocidos como el futuro de la Iglesia y como tal se les debe dar el papel que merecen.
“Esta es una manera de evangelizar a través de los niños. Es importante involucrarlos en estas actividades porque en los niños está el futuro de la Iglesia, se hacen actividades para jóvenes, adultos, pero los niños no tienen protagonismo y queremos que lo tengan”, manifestó el sacerdote Sevilla.
El objetivo de transmitir la buena noticia de la salvación de que Dios entregó a su Hijo para redimir al mundo, quedó evidenciado en cada uno de los papeles que le tocó interpretar a los artistas.
Asimismo el vestuario utilizado por los niños y niñas que participaron en este acto piadoso estuvo acorde a la usanza de más de dos mil años.
Escenas
La Vía Dolorosa de Jesús conmueve por sus escenas o estaciones, y mucho más cuando son interpretadas por niños.
Una de estas es el encuentro del condenado a muerte con su madre María.
Para esta ocasión el papel de la madre de Jesús fue interpretado por Alessandra Umanzor Molina, de 9 años.
Otro de los papeles importantes fue María Magdalena, que estuvo a cargo de la menor Dulce Esther Baquedano, mientras que el de Verónica, por María José Díaz. También las tres caídas de Jesús motivaron a la reflexión de los presentes.
“El vía crucis de Jesús nos inspira a reflexionar y conmueve aún más cuando se trata de niño, pues el mismo Jesús nos invita a ser como ellos”, expresó Carmen Herrera, feligrés de la parroquia El Calvario.