Los estrategas políticos estiman que el partido Unificación Democrática es el más perjudicado con la decisión del expresidente Manuel Zelaya de fundar su propio partido político en Honduras.
Una fuerte masa que antes simpatizaba con la UD, de
tendencia izquierdista, inclinaría su voto en las elecciones generales de noviembre de 2013 por el partido Libre.
Según los analistas, este fenómeno se producirá a raíz de la propuesta electorera que dicho instituto político ha adquirido en los últimos dos procesos electorales y la más reciente posición de ser partícipe de un cogobierno con el régimen del nacionalista Porfirio Lobo Sosa.
A una gran masa de votantes en las elecciones anteriores que simpatizaron con UD ahora se les mira “coquetear” con el partido Libre.
Esto se debe a que Libre se nutre de los sindicatos del sector público, de una buena facción del magisterio, de organizaciones de campesinos y de estudiantes con tendencia progresista.
Asamblea
En la reciente asamblea nacional de la UD no fue posible por parte de su dirigencia adoptar una posición de cara a las elecciones internas y generales que se avecinan.
La encrucijada de UD es ir solo a las elecciones generales o en alianza con otros partidos políticos.
La asamblea de la UD dijo que hasta en el mes de septiembre decidirá si concurren a las elecciones generales solos o en alianza con otro partido político de la misma tendencia ideológica.
Solo, como partido, la UD en 1997 obtuvo el 1% de los votos presidenciales, 2% legislativos y 1% municipales, consiguiendo solo un diputado del Congreso Nacional y un diputado del Parlacen, un alcalde y 21 concejales.
En 2001 consiguió el 1% de votos presidenciales, 4% de los escrutinios parlamentarios y 2% de apoyo municipal, logrando cinco diputados nacionales, uno centroamericano y 26 concejales.
En las elecciones del año 2005, su candidato presidencial, Juan Almendares, tuvo el 1%, con cinco diputados nacionales.
La UD apoyó al depuesto Manuel Zelaya antes y después del llamado golpe de estado del 28 de junio de 2009, y denunció persecución por parte de la autoridades “golpistas” hacía sus legisladores y el asesinato de alguno de sus líderes.
Hoy día, la UD gobiernista sufre la desbandada de viejos líderes y hasta de dirigentes fundadores y en consecuencia temen que en el próximo proceso electoral pierdan su personería jurídica al no alcanzar el porcentaje de votos para seguir con vida como partido.