Las 10 inocentadas del año en Honduras

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desconocer la realidad del país cuando se es funcionario es casi inefable y afirmar que la libra de pollo cuesta siete lempiras demuestra que el ministro Fredis Cerrato no conoce los mercados.

Denunciar sin pruebas y aprovecharse de los medios de comunicación es una de las estrategias preferidas para la clase política tradicional, entre ellos el flamante diputado Eliud Girón

Desde calcular sueldos insuficientes de 109 mil lempiras o generar fórmulas para acomodar la realidad y la reducción de la pobreza, los burócratas muestran alergia a los números y cifras.

“La primera es gracia, la segunda...”. Así es la insistencia del subsecretario de Educación, Edwin Hernández, en sus fallidos intentos por cambiar el nombre de las Fiestas Patrias.

Con ello, el flamante subsecretario deja en evidencia que su deporte favorito es generar polémica. En esta ocasión, su brillante idea fue bautizada como “Movilización Refundacional”, un nombre que parece haber aterrizado directamente desde las profundidades del laberinto burocrático.

Mientras el país se preparaba para conmemorar sus 202 años de Independencia, el subsecretario reiteró que es terco como una mula e intentó convertir un desfile lleno de historia y fervor cívico en una aventura lingüística sin precedentes.

Entre el debate innecesario, generado por el pedagogo, los hondureños se preguntaron si el subsecretario buscaba reescribir la historia con nombres extravagantes o tal vez solo necesitaba regresar a las aulas para una clase de respeto a la tradición y comprensión de la importancia de celebrar sin necesidad de complicar los nombres.

Según Hernández, los que desfilan son los militares, policías y bomberos, a diferencia del pueblo que ese sí se moviliza. Como parte de su arsenal de incoherencias, el funcionario también explicó que las “bandas de guerra” deberían llamarse “bandas de paz” porque Honduras no es un país bélico.

Ante la polémica que volvió a desatar, al igual que el año pasado, el titular de la Secretaría de Educación, Daniel Sponda, expresó en una conferencia de prensa que “no se discute, se llaman Fiestas Patrias, no hay nada que discutir”.

Y porque recordar es vivir, la primera vez que el subsecretario de Educación tuvo la brillante idea de intentar nombrar los desfiles como “Fiesta Cívica Refundacional”, ahora solo queda esperar su idea para el 2024.

La pregunta “¿cuánto vale una libra de pollo, secretario?” lo puso a sudar; pero como “el que no se las sabe las inventa”, acomodó su corbata y se preparó para iniciar el acto de malabares matemáticos que desafían la lógica del mercado, y con un guiño a la ficción, el “genio” en economía y ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato, proclamó que la libra de pollo tiene un costo irrisorio de siete lempiras. Tras sus declaraciones, el rosquetero y “gurú” de la economía se derritió en excusas en los medios de comunicación y se convirtió en carne de memes para señalar la incompetencia de los altos funcionarios.

El paraíso del capitalismo, Dubái, se convirtió en el mejor lugar para la ironía cósmica de la presidenta Xiomara Castro y su discurso en la Cumbre Climática. Además de atacar el capitalismo, Castro denunció la hipocresía interplanetaria y manifestó que los más poderosos del mundo después de destruir la tierra pretenden escapar a otros planetas.

Miguel Briceño, reconocido por la flama de las antorchas, ascendió a un puesto tan fantástico como un unicornio: un cargo inexistente para proteger bosques. Aunque no tiene experiencia en el manejo forestal, el ahora defensor de la naturaleza, que podría confundir una maceta con un árbol, dijo que su sueldo mensual de 109 mil lempiras no le ajusta.

La prodigiosa habilidad de Salvador Nasralla para entrelazar historias a su conveniencia provocó que sus conexiones neuronales lo dejaran en ridículo una vez más al generar vínculos ficticios entre el fallecido padre del ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, con el expresidente Manuel Zelaya. Sin alternativa, al final Nasralla convocó la fe de erratas y reconoció su error, tras la aclaración de Sánchez.

Con una calculadora que opera en un mundo paralelo, el director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Eugenio Sosa, desafió las leyes matemáticas para desplegar la magia numérica. Según sus cálculos, la pobreza disminuyó en un sorprendente 9%, lo que equivale a 900 mil hondureños en dos años de gobierno de Xiomara Castro.

La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, naufragó en el drama que provocó un supuesto atentado con balas y malhechores. Sin embargo, según la Secretaría de Seguridad, la patóloga resultó ser víctima de un villano mucho más inesperado: ¡el escape de un vehículo modificado! Más allá de balas nunca encontradas, en la colonia América, todo indica que la confusión fue provocada por un ruido de automóvil.

Porque una de vaqueros es insuficiente, el diputado Marco Eliud Girón dejó a todos perplejos al revelar, sin más pruebas que su palabra, que recibió una oferta tentadora de 20 millones de lempiras a cambio de su voto en la elección del fiscal general. Sin el interés del sustento y evidencia sólida, bajo su traje de la “verdad”, el congresista asegura que rompió la carta que incluía la propuesta y hasta un número telefónico.

En el fervor de su perorata, “Mel” desató su verbo incisivo contra el Bloque de Oposición Ciudadana (BOC). Sin embargo, en medio de sus ataques, un repentino susurro acústico señaló un acontecimiento inesperado: una flatulencia y su aroma. Los presentes, ubicados detrás de él, parecían participar en una danza improvisada de narices tapadas, luchando valientemente contra el aire repentinamente impuro. ¿Quién lo liberó: Lanza, Zelaya o Benítez?

Mientras Salvador Nasralla disparaba con palabras reclamos de “usurpación de funciones” perpetrados por “Mel” Zelaya, éste último -como de costumbre- decidió atizar la novela política recetándole un beso al “Señor de la televisión”. Aunque entre el amor y el odio solo hay un paso, muchos opinan que “el beso de judas” no logrará la reconciliación entre el marginado y distante designado presidencial con el primer caballero de la República.