TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A paso lento avanza el Pacto Regional o Memorándum de Cooperación entre Estados Unidos y el Triángulo Norte, destinado a resolver la crisis humanitaria y de seguridad en curso por la migración irregular.
La iniciativa tomó forma el pasado 22 de febrero y fue firmada el 27 de marzo por todos los países, y tres meses después se siguen definiendo las acciones para poder iniciarlo.
Mientras se aterriza con acciones, miles de migrantes continúan llegando a la frontera sur de Estados Unidos, en una ruta sumamente peligrosa que se está llevando decenas de vidas de centroamericanos y miles de abusos contra su integridad física.
El Pacto Regional está fundamentado en cuatro grandes principios: combatir la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, contrarrestar el crimen organizado y las pandillas, ampliar el intercambio de información y de asuntos de inteligencia y fortalecer la seguridad fronteriza.
Esta semana, nuevamente se volvió a retomar el tema con la llegada al país de Kevin K. McAleenan, secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, quien se reunió con Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, y parte de su gabinete en la base aérea Soto Cano en Palmerola.
Al final de la reunión, se volvieron a detallar los mismos fundamentos del plan, sin establecer algún tipo de acción emprendida o fechas.
Apenas se incorpora el tema de la lucha a favor de la protección a la niñez migrante, pero sin un mecanismo que dé pistas de cómo lo van a ejecutar o cuándo podría iniciar.
María Dolores Agüero, canciller de Honduras, comentó a EL HERALDO que “se trabajarán detalles en la reunión de ministros de seguridad del Triángulo Norte y Estados Unidos que tendrá lugar el próximo 24 de julio en Washington”.
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Planes sin acciones
El plan tiene varios ejes definidos en cada una de las áreas, contra la trata y el tráfico de personas se prevé incrementar la recolección de datos biométricos de personas que cruzan las fronteras en los países del Triángulo del Norte sin documentos válidos.
También desarrollar un programa para analizar e identificar documentos de identidad fraudulentos que los migrantes utilizan para ingresar y transitar por El Salvador, Guatemala y Honduras, aunque no se ha comenzado.
24 de julioFecha en la que se reunirán ministros deseguridad del Triángulo Norte y Estados Unidos en Washington”, detalló María Dolores Agüero, canciller de Honduras. |
En el tema de inteligencia se pactó establecer y desarrollar un protocolo de actuación para el intercambio de información a través del Grupo Conjunto de Inteligencia Fronteriza (GCIF).
Implementar el Sistema de Información Anticipada sobre Pasajeros (APIS) con conectividad a las bases de datos de Estados Unidos, El Salvador, Guatemala y Honduras.
Ampliar las operaciones del Programa de Seguridad Conjunta (JSP) en El Salvador, Guatemala y Honduras, pero los resultados aun no son evidentes, y más que todo han sido reuniones.
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Seguridad fronteriza
En el caso de la seguridad fronteriza, uno de los temas más importante del Memorándum de Cooperación establece que deberían incrementar, en la medida de lo posible, el número de unidades policiales o de seguridad fronteriza en El Salvador, Guatemala y Honduras, así como su capacitación, supervisión e integración. Hasta ahora no se ha informado de estos programas de capacitación.
También se acordó mejorar la capacidad de las unidades de seguridad fronteriza y desarrollar mecanismos para mejorar las comunicaciones transfronterizas.
Por último, en la lucha contra el crimen organizado se planificó desarrollar y presentar una propuesta integral para armonizar la legislación de la región relacionada con la lucha contra las pandillas, el crimen organizado y la trata y el tráfico ilícito de personas.
Además de incrementar el intercambio de información relacionada con el crimen organizado transnacional y con las personas que participan o se benefician del tráfico ilícito de personas.
Todas las medidas pactadas están en sala de espera, con la voluntad de comenzar, pero sin llevarlo a la práctica. En todo se trata de iniciativas enfocadas en migración y no en los problemas sociales que vive la región y que empujan la emigración.
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