TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Mientras se conmemoran las procesiones del Vía Crucis del Viernes Santo en distintas partes de Honduras, líderes de la iglesia católica aprovecharon la ocasión para enviar un mensaje de reflexión a la sociedad.
Desde tempranas horas, los devotos salieron a las calles para apreciar la representación de la crucifixión y muerte de Jesucristo. En la capital, el padre Eduardo Macías explicó que esta conmemoración es instrumento para la evangelización y transmitir el mensaje de Cristo.
“El Vía Crucis tiene como lema la oración pidiendo al Señor la paz, haciendo un llamado a las autoridades públicas del país; hay circunstancias difíciles”, señaló Macías.
Por su parte, el arzobispo de la arquidiócesis de San Pedro Sula, monseñor Miguel Lenihan, lideró el Vía Crucis principal de la ciudad, donde aprovechó en destacar que Honduras está necesitada de empleo y de salud.
“Los hospitales están llenos de pacientes. No hay la medicina necesaria para los enfermos. Esperemos este país pueda darnos hospitales dignos”, señaló Lenihan.
A pesar de las dificultades que atraviesan miles de hondureños, el arzobispo instó a las personas a no perder la esperanza, ya que “siempre hay que esperar que mañana va a ser mejor que hoy, pero lo que nos dará la salvación es convertir nuestro corazón a Dios”.
Seguidamente, resaltó que los hondureños se están marchando del país por inseguridad y desempleo. “La gente migra porque hay miedo, inseguridad y falta de empleo. Hay sufrimiento y esperamos que este país sepa construir fuentes de trabajo para los jóvenes”, expresó.
No más violencia
De igual forma, en la ciudad sampedrana acompañó el padre Carlos Mejía en el Vía Crucis desarrollado en el barrio Medina. Mejía lamentó el derramamiento de sangre entre los mismos hondureños.
“Hay hermanos que le han quitado a otros hermanos y sabemos que la vida solo le pertenece a Dios. Este es un reflejo de lo que seguimos viviendo”, expresó al momento en retraban el momento en que Jesús es crucificado por los soldados romanos.
Es por ello que Mejía instó a sus compatriotas a que están a tiempo de marcar la diferencia y hacer el bien.
La violencia ha estado presente en el departamento de Olancho, por lo que el fray Mario Hernández también hizo un llamado a respetar la vida y buscar la paz.
“Un llamado a la conciencia, un llamado al respeto, a la libertad de nosotros pero sobre todo, un llamado a la comunidad humana, al respeto de la vida y dignidad de cada uno de nosotros y sobre todo, a trabajar por la paz de las familias”, manifestó Hernández, párroco de la iglesia de San Francisco en Catacamas.