Tegucigalpa, Honduras
La interrogante en torno a la ausencia de los familiares de un niño que ingresó herido al Hospital Materno Infantil tras el accidente de un autobús y una rastra en el kilómetro 39 de la carretera que conduce al sur ya fue despejada.
Su madre apareció entre las cinco víctimas mortales del percance vial ocurrido la tarde del jueves, pero su cadáver fue ingresado a la morgue de Medicina Forense en calidad de desconocido y permaneció varias horas sin ser identificado.
La fallecida fue identificada como Bianka Lily Álvarez Aguilar, de 42 años, originaria de La Libertad, Comayagua, con domicilio en esta capital. El cuerpo fue retirado de la morgue capitalina a las 10:50 de la noche del viernes, pero no se logró establecer el lugar hacia donde fue trasladado. La señora Álvarez Aguilar venía en el bus accidentado junto a su hijo Bayron Ismael Molina Álvarez, de seis años, quien después de varias horas de estar delicado de salud habló y reclamó la presencia de sus padres. El niño resultó con severas lesiones luego que una rastra colisionó con un bus rapidito de la empresa de transportes Mi Esperanza el jueves a las 3:00 de la tarde, cerca del municipio de Sabanagrande, al sur de Francisco Morazán.
Tras despertar en la sala de Pediatría del Materno Infantil, el niño insistió en que el nombre de su padre es Wilson Ismael Molina y el de su madre Bianka Lily Álvarez, de quienes no se lograba conocer su paradero.
A pesar del trauma cráneo-encefálico sufrido, el pequeño recuperó la conciencia y se descartó un posible daño cerebral, según un boletín del sanatorio.
Gracias a su mejoría, el pequeño que cursa el primer grado con honores fue trasladado del área de críticos a cuidados intermedios de la emergencia pediátrica del Materno Infantil.
Su padre también se mantiene vigilante y al cuidado.
Como un niño “luchador e inteligente,” así describe una tía a Bayron Ismael Molina Álvarez.