TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Luchar contra un enemigo silencioso que afecta la salud y el rendimiento académico de los estudiantes es la finalidad de la campaña “Estudiamos felices sin lombrices”, que pretende desparasitar a más de 1,5 millones de niños a nivel nacional.
La campaña comenzó este lunes y se extenderá hasta el 26 de abril en todos los centros educativos públicos.
Los beneficiarios de esta iniciativa son niños y adolescentes entre edades de 3 y 18 años, que abarcan los niveles prebásico, básico y medio.
La estrategia central de la campaña consiste en la administración de una dosis única de Albendazol de 400 miligramos por cada estudiante, cuya tarea recae en los maestros, quienes también tienen la responsabilidad de garantizar que los alumnos hayan consumido alimentos antes de tomar el medicamento.
La decisión de llevar a cabo esta campaña se basa en los hallazgos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que revelan el impacto negativo de los parásitos en el rendimiento académico y el desarrollo cognitivo de los niños.
Según la OPS, los parásitos pueden reducir la capacidad de aprendizaje, la memoria y los niveles de coeficiente intelectual, lo que representa una pérdida estimada de 3,75 puntos por infección parasitaria.
Los síntomas asociados con las infecciones parasitarias incluyen dolor abdominal, cefaleas, diarrea, fatiga, desnutrición, anemia, dificultades de aprendizaje, mareos y vómitos, lo que subraya la urgencia de abordar este problema de salud pública.
Arleth Salem, directora de la Región Sanitaria de Cortés, enfatizó que la desparasitación no solo es crucial para la salud inmediata de los estudiantes, sino también para su desarrollo integral.
De acuerdo con el especialista, mejora la absorción de nutrientes, previene enfermedades graves como la anemia y la desnutrición, y crea un entorno más propicio para el aprendizaje.
La campaña es coordinada en conjunto por la Secretaría de Salud (Sesal), la Secretaría de Educación y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), con el respaldo de la OPS, Feed The Children y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Las autoridades instalaron a los padres de familia a participar activamente en esta iniciativa, porque el éxito de la campaña depende en gran medida de su compromiso.
