TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tras una breve protesta, el personal de salud del Departamento de Enfermería del Centro Integral de Salud (CIS) Alonso Suazo logró establecer una mesa de diálogo con el director de la Región Metropolitana de Salud (RMS), Gilberto Ramírez.
La reunión, que tuvo lugar en un intento por abordar las necesidades urgentes de insumos médicos, contó con la presencia de la encargada del Departamento y directora interina del Alonso, Rosa Oquelí, así como enfermeras de otros establecimientos de salud.
”Eso se solucionó hoy (ayer) mismo, los insumos se dieron en la mañana. Se llegaron a acuerdos, tanto en la parte Regional y como en todo”, comentó Oquelí.
Al decir “se solucionó”, Oquelí expresó que los insumos médicos que las profesionales solicitaban les fueron entregados y descartó la posibilidad de futuras protestas por parte de ellas.
La funcionaria del CIS aclaró que las atenciones médicas no se detuvieron y que operarán con normalidad este viernes y durante todo el fin de semana para que las personas lleguen con confianza.
“Se atendió hoy y también se atenderá mañana. Siempre estaremos disponibles los fines de semana como lo hemos estado”, señaló la profesional de la salud.
Por parte de las enfermeras, EL HERALDO intentó contactarlas, así como al jefe de la RMS, para verificar si todo quedó claro y que no les falta nada de lo peticionado al director. Sin embargo, al cierre de esta edición, no se recibió respuesta.
Génesis del problema
“Trabajando a pura mano”, así describió una enfermera la difícil situación que están enfrentando los centros de salud de la capital, en una conversación con EL HERALDO.
Los relatos del personal de salud revelan una grave escasez de insumos primarios, como gasas, esparadrapos, guantes, mascarillas y algodones, indispensables para brindar una atención de calidad a los pacientes que llegan con heridas o traumas en la piel.
“El Departamento de Enfermería estuvo tomado porque nosotros no contamos con los insumos necesarios para dar una atención de calidad al paciente”, explicó una de las enfermeras que participó en las protestas.
La falta de suministros básicos llevó al personal de salud a una situación límite, donde se vieron obligados a improvisar y trabajar con recursos limitados para cubrir las necesidades de los pacientes.
El problema no se limitó al CIS Alonso Suazo, sino que afectó a otros establecimientos de salud en la capital.
Sin embargo, muchas enfermeras expresaron su temor a represalias laborales si denuncian públicamente la crisis.
“¿Ya fueron a la 21 de febrero, San Miguel, Las Crucitas? Es que no por miedo a ser despedidos no hablan con ustedes”, señaló una de las enfermeras.