TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Crédito interno, préstamos internacionales, millonarias donaciones y fondos del Tesoro Nacional le han servido a la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) para ejecutar más de 253 millones de lempiras durante la pandemia.
Percoladoras, carpas móviles, medicamentos sobrevalorados, favoritismos en contratos de gel de manos, respiradores incompletos y cuestionados equipos de bioseguridad son algunos de los desaciertos de la institución por intentar frenar el covid-19.
Estas acciones incluso han llevado a la destitución e investigación criminal de sus funcionarios.
EL HERALDO, mediante un rastreo en el Portal de Transparencia Emergencia del Covid-19, desglosó la inversión realizada por Copeco durante seis meses.
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Malas decisiones
El dinero no ha faltado en Copeco, durante la pandemia han ejecutado 172.4 millones de lempiras del Tesoro Nacional, 13 millones de lempiras en créditos internos, 27 millones de lempiras de fondos externos provenientes de Taiwán y 24.7 millones de fondos externos gestionados a través del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), según el Módulo Ciudadano para la Rendición de Cuentas, subido al Portal de Transparencia por la Emergencia del Covid-19.
¿Pero dónde está el dinero?
Las compras en Copeco empezaron con el pie izquierdo, con la adquisición de 90 respiradores Trilogy Evo, 40 respiradores Breas Vivo 65 y 180 succionadores a un costo de 63 millones de lempiras.
Los aparatos no reunían las especificaciones técnicas para atender a pacientes graves de covid-19, eran más bien equipos de traslado con poca capacidad, por lo que estuvieron abandonados por mucho tiempo en las bodegas.
Cuando por fin decidieron darles un uso encontraron que les faltaban accesorios para su funcionamiento, rematando una mala inversión.
Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) se encargó en una inversión de 4.6 millones de lempiras de recuperar y poner a funcionar el equipo que al final fue distribuido con más pena que gloria en los hospitales a nivel nacional donde muchos no son ni utilizados.
Pero no fueron los respiradores los que mostraron la incapacidad de Copeco para ejecutar compras en la pandemia, la gota que derramó el vaso fue la primera liquidación presupuestaria que subieron al Portal de Transparencia, donde la ciudadanía se indignó por la compra de 10 percoladoras a 40,000 lempiras con un precio unitario de 4,000 lempiras. Esta adquisición le valió la separación del cargo a Gabriel Ruby, excomisionado de Copeco, y otros funcionarios que comenzaron a ser investigados por las compras.
Pese a la salida de los funcionarios, algunas adquisiciones ya habían sido pagadas, como los casi 5.6 millones de lempiras que Copeco le pagó a la empresa DLX ENTERPRISES, LLC, mediante la orden 2530 por la adquisición de una unidad de aislamiento y un hospital móvil.
Nuevamente el repudio de la población se hizo presente, pues el hospital móvil ubicado en Cortés carecía de los servicios básicos y no se podía poner a disposición de las personas que lo necesitaban.
Por este caso Grabiel Rubí, excomisionado de Copeco, tuvo que declarar ante la Fiscalía Especial contra la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (FETCCOP).
Copeco también se encargó de un proyecto de 50 millones de lempiras para la producción y adquisición de gel de manos, denominado Proyecto de Fabricación de Gel de Mano al Gobierno de la República de Honduras - Emergencia Covid-19.
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Entres las características del proceso estaba solo comprar a distribuidores que tuvieran todos los requisitos de ley, pero Copeco decidió incluir bajo favoritismo a empresas que carecían de solvencia sanitaria.
El Ministerio Público (MP) mantiene abierta una investigación, pues presume que algunos de los botes de gel que entraron son de mala calidad, además del favoritismo para incluir en el proceso de las compras al esposo de la comisionada del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT).
Copeco también está envuelto en el perjuicio al Estado por al menos 4.3 millones de lempiras en la compra de medicamentos.
EL HERALDO evidenció como la institución aceptó comprar más de 90 mil pastillas de azitromicina de tres diferentes valores (25 lempiras, 38 lempiras y 65.50 lempiras).
Este mismo medicamento fue comprado por la Secretaría de Salud (Sesal) a 2.76 lempiras, 23 veces menos que lo que decidió pagar Copeco.
En últimas compras liquidadas por la institución por los meses de junio y julio se pudo constatar las adquisiciones de equipos medicos, fármacos, equipos de protección personal e insumos para complementar equipos.
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En el caso de los medicamentos en un mes pagó casi 10 millones de lempiras aunque también se enfocó en cosas de menos valor para habilitar los triajes a nivel nacional.
Para el caso, Copeco reportó la compra de tres patos metálicos para adultos a 2,000 lempiras cada uno, manómetros a 2,600 lempiras, trajes de bioseguridad a 1,350 lempiras cada uno, colchones para camas hospitalarias a 6,500 cada uno y gafas a 250 lempiras la unidad. En el caso de estas últimas Copeco las había comprado a inicio de año a 55 lempiras cada una.