Tegucigalpa. “Mi hijo es inocente, es sano. Somos críticos, nuestra arma es el pensamiento”, exclamó entre el llanto Anarella Vélez, madre de Rigoberto Paredes, el principal sospechoso, según la Policía, de la muerte del abogado Eduardo Montes.
La progenitora del sospechoso llegó al complejo Torre Metrópolis, en donde sucedió el hecho.
“Es egresado de la universidad de Unitec, es diseñador, es escritor. Es una persona que solo le da respeto a este país. Es un muchacho dedicado al arte, al pensamiento, al diseño, trabaja en este edificio y por esa coincidencia lo han detenido, lo han maltratado, vengo a defenderlo, si hace falta me voy a prender fuego para que no le hagan daño”, expresó.
Así fue la defensa que hizo Vélez de su vástago, ponderando las virtudes humanas y artísticas que tiene el joven.
“Somos pacifistas, yo soy pacifista, mi familia es pacifista, mi esposo fue un poeta, yo soy una escritora, mi hijo es un artista, queremos paz”.
“Mi hijo es una persona sana, todo el mundo puede dar fe de que mi hijo es un creador, estudió en el Liceo Franco Hondureño, estudió también periodismo y no terminó en la Universidad Nacional Autónoma”, acotó.
A juicio de Vélez, el hecho de que su hijo se encontraba en el piso 14 en donde fue encontrado el cadáver del togado generó confusión y sospechas de que él es el autor de esa muerte.
“Lo han detenido porque él (Rigoberto Paredes Vélez) coincidió en ese ascensor, entraba a las diez de la mañana, antes había desayunado conmigo”.
Agregó que su hijo es un diseñador y escritor, muy conocido en el extranjero. “Es una persona inteligente y sensible. Es egresado de la universidad, diseñador, escritor. Es una persona que solo le ha dado honra a este país. Está dedicado al arte y al pensamiento”, detalló.
Desprestigio
Consideró que el involucramiento que hacen de su hijo con el crimen es para desprestigiarlo.
“Ya están diciendo cosas para manchar la imagen del muchacho, que solo le da honra a este país”.
“Mi hijo está siendo acusado vilmente, no puede ser que lo traten como un delincuente, no puede ser”, dijo la escritora hondureña y catedrática universitaria.
La artista solicitó al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) que vele por la integridad de su hijo y que vigile que se le practique un juicio justo.
En esa misma línea de ideas demandó que el gobierno, por medio de sus aparatos de investigación y juzgamiento, “responda por este crimen” y clarifique quién lo cometió.