Tegucigalpa, Honduras.- En 2024 el éxodo de hondureños hacia Estados Unidos de América y también hacia España, pero en menor escala, siguió su comportamiento normal de las últimas décadas; en el 2025 las cosas no cambiarían de forma abrupta.
La noche del lunes anterior, un grupo nutrido de compatriotas se reunió en la Gran Central Metropolitana de Buses de San Pedro Sula para viajar en una nueva caravana migrante con destino hacia Estados Unidos, en busca del “sueño americano”; esta es la primera caravana del año.
Sobre este acontecimiento, el especialista en materia migratoria, Ricardo Puerta considera que esta primera movilización en masa de hondureños es la convergencia de diversos factores, entre ellos y el principal, la situación económica de los hondureños y el inicio del nuevo gobierno de Donald Trump, el que ha anunciado políticas férreas referentes a la inmigración.
“Es como darle un pedazo de historia que Trump no quiere en su inauguración, evidentemente lo que él quiere es que no haya ninguna caravana. Pero hay dos cosas que él no podrá hacer: terminar el muro y acabar con los indocumentados en Estados Unidos”, asegura Puerta.
Pero la inmigración masiva de connacionales no sólo se vería impulsada por los múltiples problemas socioeconómicos, sino, también por el aspecto político, teniendo en cuenta que este es un año con dos procesos electorales.
Ricardo Puerta es del criterio que las migraciones serán también condicionadas por la política y “dependerá de quien salga electo. El gobierno actual ya prácticamente ha hecho lo que podía hacer; en estos momentos el planteamiento es cuál de los partidos tradicionales se quedará con el poder”.
Dependiendo de ese elemento político, así también podrían experimentarse algunos cambios a la baja o a un incremento de las migraciones de hondureños hacia Estados Unidos, sin importar la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, según el experto.