En octubre del año pasado un grupo de directores y directoras de centros educativos denunció ante el Ministerio Público los abusos del director distrital Víctor Manuel Baca,
pero la Fiscalía contra la Corrupción engavetó la queja.
El 12 de octubre de 2011, a las 3:46 de la tarde un grupo de directores y directora de centros educativos, del distrito antes mencionado, interpuso la denuncia en el Ministerio Público.
La queja fue turnada a la Fiscalía contra la Corrupción donde se le asignó el número 2011-33576.
La denuncia expone: “estamos siendo obligados por el director distrital número 15, licenciado Víctor Manuel Baca a dar la cantidad tres lempiras por cada estudiante matriculado, en los jardines de niños y escuelas tanto oficiales como privadas, con el pretexto de colaborar en los gastos des operación que tiene la distrital”.
Ha manifestado el director Baca, que se le debe entregar el dinero cotejando la matrícula registrada en cada centro, por lo que haciendo cálculos suma una gran cantidad de dinero, en vista de que son más de 45 jardines de niños y más de 45 escuelas que sumarían más de 20 mil alumnos por tres lempiras cada uno, daría una cantidad aproximada a los 60,000.00
No existe razón para hacer este aporte por parte de los jardines y escuelas en vista de que los Consejos de Directores de los nivel prebásica, básica y media brindan el dinero para el pago de los servicios públicos y mantenimiento del edificio donde funciona dicha oficina distrital
El Ministerio de Educación brinda el apoyo requerido a las direcciones distritales para un funcionamiento autónomo, dándole material y equipo de oficina que ellos necesitan. Ha amenazado el director Baca que si no se entrega el dinero que exige, no revisará ni aprobará los documentos del final de año, perjudicando a los niños y jóvenes directamente.
Todo esto lo realiza en complicidad con los asistentes distritales, de manera particular con la complicidad de la profesora Nubia Zelaya y del director departamental de Francisco Morazán Carlos Dagoberto Rápalo, quien ante otras denuncias que hemos interpuesto en otras ocasiones porque el director Baca se roba la merienda escolar, manifiesta que son pequeñeces.
Por todo lo anterior expuesto solicitamos se haga una investigación, la que será fácilmente comprobable, porque las evidencias son contundentes. Perdón por presentar la denuncia de esta forma, pero tememos represalias contra nosotros.
Ante el engavetamiento de la denuncia, el fiscal Leonardo Orellana, a quien se le asignó el caso, explicó a EL HERALDO que un equipo fue a la zona donde están los centros educativos supervisados por la distrital 15, pero no encontraron la colaboración de las autoridades de los jardines de niños, escuelas y colegios para profundizar en la investigación.
Sin embargo, esta excusa no coincide con la expuesta por los directores y directoras de los centros educativos, quienes dijeron nunca haber sido visitados, ni citados por tal fiscalía.
La desidia con que la Fiscalía contra la Corrupción abordó la denuncia de los directores y directoras ha permitido que Baca, con ciertos asistentes, continúe operando sin mayores restricciones, dijo uno de los denunciantes. Siguió afirmando que los directores y directoras de los centros educativos, tanto públicos, como privados no solo son obligados a tributar, sino que trabajan bajo el temor infundido por la autoridad distrital.
Recordó que en las últimas reuniones con los tres consejos de directores, Baca puso a las autoridades de los centros educativos a firmar una acta de apoyo, a lo cual ningún mentor se opuso por temor a las represalias.
A su criterio, ante el fracaso del Ministerio Público, las autoridades de los centros educativos del distrito 15 no saben a quién acudir. Aquí se ve cómo la falta de justicia crea en los sectores sociales una gran desesperanza, “ahora ante quién nos vamos a quejar si los operadores de justicia son inoperantes”, lamentó.
Merienda
Sobre la pérdida de la merienda escolar, expuesto en la denuncia ante el Ministerio Público, se verificó que los directores y directoras de los jardines de niños y escuelas del distrito número 15, también tienen que ingeniárselas para recaudar fondos para “Catrachilandia”.
La actividad más común que realizan los centros educativos para recoger el dinero son los días de color. Los centros de enseñanza tienen que entregar el dinero a la distrital, de acuerdo con el registro de la matrícula. “Esto es obligatorio. Este dinero la mayoría de veces sale del bolsillo de los padres de familia, porque nosotros para recoger un cinco dependemos de ellos”, dijo una maestra de uno de los centros educativos visitados por EL HERALDO.
Mientras tanto, la directora de otro centro educativo agregó: “el señor que aquí han puesto como distrital pide, pide y pide y no sabe de dónde nosotros vamos agarrar ese dinero para estar dando, porque es dinero, dinero y dinero.
“La cosa es que una directiva que iba saliendo me dijo, mire profe, eso es una corrupción terrible. A uno le dicen deme tanto, deme tanto, y a mí no me da recibo, no me dan cuenta en que lo gastó. A la otra semana, fulana, mándeme tanto, mándeme tanto, mándeme tanto y así me tienen.
Lo que yo tengo, tengo que dárselo porque no hay dinero. Ellos no dicen en qué lo gastaron, no dan recibo, no dan nada ni dicen nada, ni comunican nada a la directiva, así de sencillo. Todo el dinero va allí, (a la distrital) operan como una empresa que solo está esperando que le llevemos el dinero, le llevemos las cosas o le proporcionemos las cosas ahí”, cuestionó.
Lo que la distrital pidió la última vez para “Catrachilandia” fue un lempira por niño. Actualmente este distrito tiene bajo su supervisión 41 jardines de niños y 42 escuelas, que conjuntamente tienen una matrícula de aproximadamente 16,000 niños. O sea que entre todos, habrían enviado una cantidad aproximada de 16,000 lempiras. Sin embargo, la cifra no coincide con el depósito bancario de 7,132 lempiras que realizó el director distrital el 23 de agosto del 2012 a la cuenta 1100146107 a nombre de un organismo internacional.
El problema que ahora enfrentan los directores de los centros educativos es cómo comprobar cuánto dinero le dieron a la distrital para “Catrachilandia”, porque no les extendieron recibo de lo entregado.
Sobre esto, el director distrital, sostuvo que él recibió una nota de la Dirección Departamental para que pidiera a los centros educativo realizar actividades tendientes a recaudar dinero para apoyar “Catrachilandia”.
La aportación es voluntaria y la mayoría de escuelas y jardines de niños lo que mandaron fueron 30, 50 y 60 lempiras. “Son pocos los que nos apoyaron, eso fue simbólico”, añadió.
Sobre ¿por qué no da recibo? Baca respondió: “Nosotros hicimos el depósito, aquí está. Usted sabe que en la merienda escolar hay organismos internacionales que están apoyando. Entonces, decimos que sería muy egoísta no poder dar algo. Ante la petición en la oficina les dije: miremos que podemos hacer”.