COMAYAGUA, HONDURAS.- El municipio de Ajuterique en Comayagua se ha convertido en una galería de arte de cielo abierto en donde se muestra su cultura y orígenes étnicos mediante murales que nacen de la creatividad de Jaime Roney Fernández Medina, más conocido como Ney Fernández.
Este artista ha encontrado en las tradiciones, cultura y orígenes de este pintoresco pueblo su fuente de inspiración.
Ney tiene alrededor de tres años de pintar murales con el objetivo de sacar del olvido a su pueblo y convertirlo en un atractivo turístico.
En su trayectoria ha pintado 98 murales en todo el país, de los cuales 23 fueron plasmados en viviendas del casco urbano del municipio de Ajuterique.
Su talento también ha trascendido las fronteras nacionales al ser invitado como artista para pintar siete murales en Guatemala. “Tengo un gran amor por nuestra flora, fauna, mi cultura, los colores de nuestras etnias y por medio del arte en los murales se puede dar vida a nuestros pueblos que estaban olvidados y los hace visibles a los turistas”, expresó Fernández.
Contó que empezó a explotar su talento dibujando a mano imágenes en camisas con la idea de que su trabajo fuera único.
Luego la vida le dio la oportunidad hace tres años de ganarse una beca de estudio y viajar a Guatemala para recibir un diplomado de artes plásticas y un taller de maquillajes y efectos especiales.
La experiencia vivida en el país vecino hizo que desarrollara la técnica de la pintura en óleo y acrílico y hoy recrea cuadros hermosos que forman parte de su pasatiempo preferido.
Arte en la pandemia
La pandemia del covid-19 también ha sido fuente de inspiración del artista.
En el mes de julio junto a un colectivo de artistas locales, del cual forma parte, pintaron un mural en honor a los héroes que luchan en la primera línea contra el coronavirus.
En los cuadros dibujaron dos rostros humanos; uno es el de una joven con mascarilla que está orando y esperando en Dios que la pandemia termine.
El otro rostro es el de una mujer con mascarilla que representa a una enfermera y en sus orejas cuelgan varias flores moradas como un símbolo de esperanza depositada en las manos del personal de salud para la recuperación de las personas infectadas.
Además utilizaron figuras de mazorcas de maíz y jeroglíficos de la cultura maya.
“El mural de los héroes de la pandemia fue pintado en una casa particular con la idea de agradecer al personal de salud que está luchando contra la pandemia para salvar vidas humanas”, declaró.
El joven artista en la actualidad estudia arquitectura y uno de sus objetivos a corto plazo es usar sus conocimientos profesionales como herramienta para crear nuevos concepto de murales que logren impactar la vida de las personas.