TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La alianza conformada por el Partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Salvador de Honduras (PSH) se ha tambaleado desde el inicio de la gestión gubernamental en 2022, cuando Salvador Nasralla comenzó a denunciar que no se le permitía ejecutar sus funciones como designado presidencial. Ahora, la división parece haber llegado a las mismas bases del instituto político del funcionario.
Así lo expuso el regidor del Distrito Central, Carlenton Dávila, quien dijo que el excandidato presidencial y actual designado de la presidenta Xiomara Castro, Salvador Nasralla, le falló a sus bases.
“La alianza no le benefició en nada a nuestro partido, yo soy probase de mi partido y a nosotros como base no nos benefició en nada”, comenzó explicando el regidor en una entrevista reciente con Confidencial.hn.
Luego agregó: “Igual, Nasralla, cuando fue a repartir los cargos que él logró repartir, se los repartió a gente que no se vincula con el partido, entonces no ganamos nada los que andamos en los barrios y colonias, más bien como que le dio la espalda a la gente de su mismo partido”.
Según Carlenton, esto al menos les sirvió para volver a ser oposición y mantener su postura de votar en contra de las cosas que no deberían apoyarse.
“Puso gente que ni atiende, pone a ministros y directores... Por ejemplo, Pedro Barquero, ni siquiera atendió a los mismos diputados. Todo mundo está molesto con Salvador porque no le presta atención a las bases y no rinde cuentas de los fondos que llegan al partido”
A su criterio, el PSH se convirtió en un partido manejado por “dos o tres personas”, pero aseguró que se encuentran trabajando para fortalecerlo, al tiempo que sugirió que se debe hacer una auditoría a lo interno del ente político.
De momento, Salvador Nasralla no se ha pronunciado ante los señalamientos.