Según reportó la doctora Ligia Zelaya, los niños entre las edades de 3, 5 y 14 años fueron referidos desde el interior del país y otros pertenecen a la capital hondureña.
La galena manifestó que los cinco menores se encuentran estables y sin quemaduras graves y sin posibles amputaciones.
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Zelaya lamentó que los padres les permitieran manipular pólvora. 'Tenemos que recordar que nuestros niños no deben de manipular pólvora, no se debe hacer porque es algo que puede dejar secuelas muy graves'.
Los padres de menores quemados con pólvora deben pagar una multa entre los mil y cinco mil lempiras o realizar trabajo comunitarios, según lo ordene el juez competente.
Y es que pese a las restricciones de las autoridades sobre el uso de pólvora en la capital hondureña cuando el reloj marcó las 12:00 de la media noche del nuevo año las detonaciones se hicieron escuchar en todos los rincones.
En las calles se podía observar a personas vendiendo pólvora.
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