Los niños y los adolescentes se han convertido en un importante segmento del negocio de la telefonía en Honduras. Este grupo poblacional comienza a utilizar estos aparatos a partir de los ocho años de edad. Este es el resultado de la encuesta: “El uso de la telefonía móvil en los niños y sus padres”, ordenada por una de las compañías que ofertan este tipo de servicios en el país.
El mismo estudio detalla las razones que los padres argumentan para comprar estos aparatos a sus hijos menores y las limitaciones de uso que imponen.
La encuesta se realizó en los meses de octubre y noviembre de este año en las ciudades de Tegucigalpa; Choluteca; Catacamas y Juticalpa, en el departamento de Olancho; Comayagua; La Ceiba, Atlántida; San Pedro Sula, Cortés; Santa Bárbara; El Progreso, Yoro, y Santa Rosa de Copán. La muestra constó de 1,480 encuestas a 740 niños e igual número de padres y madres de familia.
Es la primera encuesta de su tipo que se realiza en el país, con el propósito de conocer las tendencias en el uso y manejo de la telefonía en este segmento.
Una de las conclusiones es el alto interés de los niños y adolescentes en el uso de teléfonos inteligentes, es decir aparatos con acceso a Internet y aplicaciones, incluso más allá que el interés expresado por sus padres. Cabe señalar que los niños y niñas encuestados nacieron entre los años 1997 y 2007, es decir que forman parte de la generación Y, conocida también como la generación del millenium o millennials.
Los hallazgos
Según los resultados de la encuesta, el 97% de los niños y niñas entre los 8 y los 18 años de edad en Honduras tienen celular propio, frente a tan solo un 3% que dijo compartir su aparato con otro miembro de la familia o que no contaba con uno.
El 88% de esos aparatos son smartphones, es decir un teléfono con cámara fotográfica, videocamara, pantalla táctil, navegación GPS, acceso a Internet y posibilidad de bajas aplicaciones, entre otras. El 12% restantes son teléfonos “convencionales” porque carecen de todas las especificaciones anteriores y sus funciones básicas son las de hacer y recibir llamadas.
El 90% de los niños tuvieron acceso a su primer aparato telefónico entre los 8 y los 12 años de edad, un 8% entre los 12 y los 18 años. Un 2% de los encuestados dijo haber comprado a sus hijos su primer aparato y línea telefónica antes de los ocho años.
¿Por qué los padres compran celulares a sus hijos?
La investigación detalla que los padres y madres optaron por dotar a sus hijos de estos aparatos teniendo como premisa la necesidad de mantener una constante comunicación con sus hijos e hijas, o en su defecto para que los pequeños pudieran contactar a alguien en caso de una emergencia (69%). El 19% dio un aparato a sus niños como recompensa por un logro académico y el 11% restante porque los menores demandaban que sus compañeros ya poseían uno, por su cumpleaños o porque lo necesitaban para sus estudios.
Según el estudio, en Honduras el uso de tablet u ordenador portátil es menos extendido entre los niños y jóvenes hondureños. El 52% de los encuestados no tiene acceso a este tipo de equipos, frente a un 23% que sí posee un aparato propio y otro 26% que lo comparte con otros miembros de la familia.
Costos
En el apartado de cuánto costó el celular, la investigación detalla que el 37% de los padres y madres encuestados pagaron entre 1,001 y 2,000 lempiras por los aparatos de sus hijos, el 28% entre 1 y 1,000, y el 24% entre 2,000 y 4,000 lempiras.
Un 11% compró aparatos con precios que se movieron entre los 4,000 y los 13,000 lempiras. Los costos de las tablets en el mercado nacional son similares a los de los smartphones o quizá un poco más caros, dependiendo de sus especificaciones y marcas.
El 59% de los padres pagan facturas que se mueven entre los 101 y 500 lempiras mensuales por mantener activos los servicios telefónicos de sus hijos. Del total de encuestados tan solo el 7% paga menos de 50 lempiras por estos servicios, el 25% se mueve entre 51 y 100 lempiras. El 7% de los encuestados dijo pagar facturas entre los 500 y los 1,000 lempiras, y el 2% restante más de 1,000 lempiras.
Controles
En cuanto al control que los padres y madres imponen a sus hijos en los momentos de uso, se establecen varios criterios, resaltando entre ellas el lugar donde los niños pueden usar el teléfono (34%) y el tiempo de uso del mismo (26%).
Otras restricciones señaladas son: el uso de ciertas funciones del aparato, limitantes sobre a quién llamar y uso relacionado con el rendimiento académico. Más de la mitad de los padres dijeron que el castigo a quienes incumplan las reglas impuestas es la confiscación del aparato.
Es de resaltar que la mayoría de los padres consultados dijeron no contar con servicios de control parental, una funcionalidad de seguridad que ayuda a los padres a proteger a sus hijos en el momento en que utilizan Internet. El control parental es una función incluida en los sistemas operativos de los teléfonos móviles que permite, por ejemplo, bloquear sitios que puedan causar daño al niño y controles de uso como permisos, restricciones de tiempo, bloqueo de números y números aceptados. El 40% dijo tener y usar esos servicios en los teléfonos de sus hijos, el 35% no cuenta con este tipo de servicios y el resto dijo tenerlo, pero no los usa.
Larissa Espinal, gerente de comunicaciones de Tigo, dijo que los resultados de la encuesta evidencian que el interés por la tecnología va en aumento y que los niños y jóvenes se adaptan muy fácilmente a nuevos dispositivos, aplicaciones, software, etc., y que a la par, los padres de familia también están descubriendo las bondades de la tecnología móvil como parte de las herramientas de aprendizaje de sus hijos.
Ejecutivos de Claro y Hondutel, los otros dos competidores en el sector, fueron consultados sobre el informe y el mercado infantil, pero no respondieron a D&N.