Comayagua, Honduras
Desde su fundación, Comayagua es una ciudad cuya movilidad fue planificada, los españoles trazaron de manera lineal avenidas de norte a sur y calles de este a oeste. Y en la actualidad, el crecimiento urbano se sigue basando en el ordenamiento territorial.
Sin embargo, el problema de todas las administraciones municipales ha sido mantener la fluidez y orden vial en las angostas avenidas y calles del casco urbano.
Ante el limitado espacio, las autoridades de la Alcaldía optaron por marcar un carril para estacionamientos y otro para circulación.
En los últimos dos años se han realizado los más grandes cambios en el sentido de circulación de los vehículos a fin de mejorar la fluidez vehicular. En primera instancia, se cambió el sentido de circulación a doble vía en la calle conocida como La Rampa, que va del mercado San Francisco hasta la salida al mall Premier.
De igual manera, la zona conocida como la Boca del Diablo -que conduce de la Universidad José Cecilio del Valle hasta la iglesia San Sebastián- y la vía aledaña hacia el Ministerio del Trabajo, conocida como Cueva de los Lagos, se habilitaron a doble vía.
Esta semana se cambió la dirección de circulación de la calle que va de la Casa de la Cultura hacia la Departamental de Salud de norte a sur. Y en la Departamental de Salud se habilitaron a doble vía dos cuadras hasta llegar al edificio de la Armería.
Otro de los cambios principales se realizó a principios de año cuando se amplió dos metros el bulevar Cuarto Centenario para permitir una mejor fluidez, ya que en esa vía funcionan varios centros educativos que en horas de la mañana y mediodía provocan congestionamiento por la entrada y salida de alumnos, vehículos de docentes y padres de familia.
“Aumentó el parque vehicular y ahora hay una gran cantidad de escuelas y colegios en el centro que provocan grandes congestionamientos, por lo tanto, buscamos mejores opciones de vías para que haya más movilidad”, declaró Felipe Antonio Arias, representante del Comité Vial.
Debido a que Comayagua cuenta con pocos estacionamientos privados, las autoridades locales informaron que están en proceso de negociación con dueños de predios para habilitar parqueos.
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Se estima que en la ciudad circulan unos 50 mil vehículos cada mes, entre las unidades de transporte, los autos que pasan en tránsito y los que pertenecen a los pobladores.
El alcalde, Carlos Miranda, asegura que cada una de las medidas adoptadas obedece al Plan de Ordenamiento Territorial que se aprobó en 1998.
“Nos permite desarrollar un plan de control vial. Dentro del casco histórico hemos trabajado para delimitar los espacios para vehículos y ampliar el paso del peatón, por eso instalamos topes para protección del transeúnte y en el resto de la ciudad estamos en permanente señalización”, dijo el edil.
