Tegucigalpa, Honduras
Una reducción de al menos 300 empleados se aprestan a realizar las autoridades del Instituto Nacional Agrario (INA), una institución que por décadas ha estado sumida en la crisis producto de malas administraciones.
La “barrida” fue confirmada el jueves por el propio titular del INA, Ramón Lara, al señalar que están a la espera de la designación de unos 600 millones de lempiras para materializar los despidos e iniciar un proceso de reestructuración.
En la actualidad en el INA laboran 817 empleados en las diferentes oficinas a nivel nacional y se pretende reducir a 500 la cantidad de trabajadores. Anteriormente eran más de 1,000 los empleados del ente, pero debido a la excesiva empleomanía, las autoridades han venido realizando despidos masivos de personal a nivel nacional.
La institución se mantiene en crisis a pesar de su rol de ejecutor de la política agraria del país para garantizar el acceso a la tierra y la asistencia técnica a las familias campesinas, comunidades indígenas y afrohondureñas, para mejorar la producción.
“El problema de la reestructuración es que no se ha realizado de acuerdo a lo que se había proyectado... La reingeniería ha iniciado, pero para poderla completar es necesario que se reduzcan alrededor de 300 empleados de los que se tienen”, aseguró Lara.
Sostuvo que el despido de 300 empleados va a permitir “oxigenar las finanzas porque con el mejoramiento de los ingresos propios, nosotros queremos empezar o mejorar la asistencia con las empresas campesinas para volverlas productivas”. Para este año, el presupuesto asignado al Instituto Nacional Agrario fue de 282.9 millones de lempiras, según las autoridades de la Secretaría de Finanzas.
Lara explicó que para pagar la cesantía a los 300 empleados se necesitan aproximadamente 600 millones de lempiras, pues existen personas que trabajan en la institución a las que se les debe pagar hasta tres millones de lempiras por concepto de derechos laborales.
El Instituto Nacional Agrario es una institución del Estado que en los últimos años ha estado sumida en una crisis financiera, aunque las autoridades consideran que la situación “ha mejorado”. El titular del INA comentó que las prestaciones que se pagaron a los últimos empleados que fueron despedidos fueron con fondos propios.
Déficit
“Antes el déficit de la institución era de 200 millones de lempiras y en este momento anda más o menos en los 80 millones de lempiras”, explicó Lara. Los sectores campesinos cuestionan que el INA realiza una serie de cobros, a lo que los funcionarios justifican que el INA vende servicios a todo aquel que quiera obtenerlos y que tenga intereses en el campo.
Entre los servicios figuran los procesos de titulación de tierras. “Hoy estamos cobrando y ese cobro depende de donde se va ir a realizar una medición porque si la propiedad está ubicada en el departamento de Colón, allá se tiene una sede regional que es la que puede brindar el servicio y le va ahorrar costos al usuario”, explicó.
Al funcionario se le consultó si el INA va a desaparecer, a lo que respondió: “No. El INA no desaparece. En primer lugar porque tiene rango constitucional y en segundo lugar es la voluntad del presidente Juan Orlando Hernández de mejorarlo. Por eso es la reingeniería. O sea que hoy lo que queremos -ya que para eso fue creado- es para beneficiar a la gente que está en el campo”, subrayó