Alianza, Valle, Honduras
Durante una inspección realizada por técnicos de organizaciones de protección del Golfo de Fonseca y pescadores se encontraron indicios en las zonas boscosas de mangle de los refugios que han creado supuestos pandilleros salvadoreños para pernoctar en el sitio hasta por cuatro días.
Cada semana los pescadores acuden a estos sectores de recolección de crustáceos y se encuentran con una nueva estructura con ramas del mangle, elaborada de manera rudimentaria para servir de albergue.
“Los pescadores dañan estas estructuras y se llevan las ramas utilizadas en los albergues y a la semana siguiente los cimientos están en su lugar”, reveló Saúl Montúfar, representante del Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf).
Además de los insumos naturales que utilizan para protegerse de las inclemencias del clima, los asiduos visitantes del extranjero dejan desperdicios de alimentos y en ocasiones hasta causan daños en la fauna de la zona.
En el recorrido elaborado por Coddeffagolf se logró constatar cómo una especie de cocodrilos que habita en la zona estaba en las cercanías de uno de los asentamientos improvisados.
Cabe recordar que la Bahía de Chismuyo es una de las zonas protegidas donde la mano destructora del hombre no había llegado debido a su lejanía, pero con la incursión de los pandilleros todo ha cambiado.
En el sector de la Bahía de Chismuyo son pocas las personas que se dedican a la pesca, mayoritariamente viven de los granos básicos, pero los pocos que ejercían la pesca están desistiendo.
“Hay una gran preocupación en la zona, no es fácil para ellos salir todos los días a faenar y que en una ocasión se encuentren con estas personas en lugares tan alejados, de difícil acceso y sobretodo sin que defenderse, por lo que muchas veces prefieren guardar las redes y buscar qué comer tierra adentro”, aseguró Montúfar.
El dirigente comunitario explicó que las organizaciones de pescadores están exigiendo celeridad en el proceso de vigilancia de la costa y además una intervención del más alto nivel.
Logística
La petición del sector pesquero fue apoyada por las autoridades municipales de Marcovia para quienes reforzar la capacidad de la Fuerza Naval es vital.
“La institución tiene todas las ganas de actuar, pero el sector costero es amplio y se necesita mucha logística para dar seguridad”, sostuvo Nahún Cálix, alcalde de Marcovia.
El edil es del criterio que todos los actores de la zona deben involucrarse para que conjuntamente se pueda trabajar y velar por el bienestar de miles de hondureños que habitan en estos lugares.
Las autoridades policiales por su parte están en la disposición de participar en las acciones de prevención en zonas costeras.
Jaír Meza, jefe departamental de la Policía Nacional en Choluteca, afirmó que girará instrucciones para reforzar los controles de vigilancia en zonas fronterizas.
“Sabemos que la frontera es extensa y difícilmente vamos a poder controlar el ingreso de individuos, pero allí es donde la ciudadanía debe jugar un papel importante y denunciar”, aseveró.
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