TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque es uno de los órganos que surgió hace cinco años, seguirá bajo la influencia política del tripartidismo.
Se trata del Consejo Nacional Electoral (CNE), donde dos de sus funcionarios propietarios volverán a la institución y que desde el oficialismo buscarán tener el control al igual que el manejo de la Presidencia de esta entidad colegiada, específicamente para los comicios que se convocarán en noviembre de 2025, coincidieron especialistas consultados por EL HERALDO.
El próximo 11 de septiembre asumirá como consejero de la referida entidad, Marlon Ochoa, en representación de Libertad y Refundación (Libre), donde de 2020 al 2021 fue uno de los directores electorales de la entidad.
El licenciado en relaciones internacionales que durante la actual gestión gubernamental se ha desempeñado como director del Servicio de Administración de Rentas (SAR) y titular de la Secretaría de Finanzas (Sefin) -hasta el próximo 10 de septiembre- es considerado como el “discípulo” de Rixi Moncada y un hombre de confianza de la precandidata presidencial del partido político de izquierda.
Otra que volverá a desempeñarse como autoridad del CNE por el siguiente lustro será la profesional del derecho, Ana Paola Hall, delegada del Partido Liberal (PL).
De parte del Partido Nacional (PN) la ungida fue Cossette López, también jurista y la más novata en los puestos de dirección de este Consejo en comparación a los demás consejeros propietarios a fungir en cargos públicos hasta el 2029.
El pasado 19 de marzo fueron nombrados en el Congreso Nacional estos tres representantes de las fuerzas políticas mayoritarias, pero que transcurridos 105 días de haber tomado la promesa de ley ante el pleno de diputados en sesión ordinaria estarán en funciones plenas.
¿Qué dice la ley?
En el artículo 11 del decreto 35-2021 contentivo de la Ley Electoral de Honduras y Leyes Relacionadas define la elección e integración del CNE, subrayando que cada consejero tanto los propietarios como suplentes serán escogidos por un período de cinco años con la posibilidad de ser reelectos.
“Los consejeros propietarios del Consejo Nacional Electoral deben elegir entre ellos un presidente, quien desempeñará su cargo en forma rotativa, por el término de un año. La elección se debe hacer en la primera sesión que se celebre y ningún consejero puede repetir dicho cargo hasta que todos lo hayan ejercido”, precisa el artículo 13 de la normativa vigente.
Añade que “el Consejo Nacional Electoral debe aprobar un reglamento de sesiones para establecer los procedimientos, plazos, mecanismos de votación, así como el seguimiento de los acuerdos y resoluciones que apruebe”.
Con base a estas disposiciones entre el 11 y 12 de septiembre próximos las nuevas autoridades del CNE definirán entre ellos al consejero presidente que podría recaer en López debido a que Hall viene de desempeñarse bajo ese puesto, previo a que vaquen los actuales funcionarios del organismo electoral.
De cumplirse este escenario la todavía diputada del Parlamento Centroamericano (Parlacen) le corresponderá hacer la convocatoria de las votaciones primarias que tendrán lugar en marzo del año próximo.
En ese sentido, y estratégicamente Ochoa alcanzaría la Presidencia del CNE en septiembre de 2025, dos meses antes de los comicios generales, dándole cierta ventaja al oficialismo, a criterio de analistas.
En 2020, Rixi Moncada cuando fungió como consejera del referido ente fue la primera en dirigirlo, luego interinamente en febrero de 2021 por ausencia temporal de Hall.
Sin embargo, para las pasadas elecciones generales la Presidencia del CNE recayó en el actual consejero Kelvin Aguirre velando por los intereses los cachurecos.
El otro escenario posible es que la oposición (PN y PL) no permita que Marlon Ochoa presida el Consejo a partir del noveno mes de 2025, sino que lo haga desde este año, por lo que solo le tocaría el llamamiento al proceso electoral primario y no tendría influencia alguna en la justa democrática de finales de noviembre.
Lógica de turnos
“Si nos vamos con la lógica de turnos que se venían desarrollando sería Cossette López ahora en septiembre, le tocaría a ella preparar todo lo que es la organización de las (elecciones) primarias y dejarle listo el trabajo de las generales a Marlon Ochoa”, manifestó a EL HERALDO el analista Lester Ramírez.
Agregó que “creo que aquí la clave del éxito electoral está en el Partido Liberal de nuevo; la manera como Ana Paola Hall vote en esta nueva administración del Consejo va a ser clave”.
En relación con los temores de la oposición del dominio de Libre en el CNE, el catedrático aseguró que también se extendería a la sociedad civil y población en general en cuanto a la pérdida de independencia de la institución encargada de organizar y administrar las justas electorales en el territorio hondureño.
“Una vez se empiece a tomar decisiones para obstaculizar partidos políticos o candidatos que les puede producir alguna amenaza electoral allí es cuando se pierde la independencia o autonomía funcional que se va a ir degradando a medida que Marlon Ochoa lance un discurso bien confrontativo a lo interno del Consejo Nacional Electoral”, planteó.
Decisión partidaria
De su lado, el experto en materia política y electoral, Miguel Cálix, indicó que la rotación de la Presidencia del CNE no es acordada por los consejeros, sino que la definen los partidos a quienes representan y por el momento no hay un consenso.
“A mí la lógica me dice que tendría sentido que Ana Paola Hall presida, aunque sea la última de la rotación anterior, tendría una lógica administrativa porque ella es la que conoce el procedimiento y tendría mucho sentido político dejar que ella continúe lo que está haciendo ahorita para que haya una continuidad”, sostuvo.
El entrevistado destacó que “por la importancia que tendrán las elecciones primarias que los liberales van a pelear por eso (Presidencia del Consejo), tener el control del proceso y como tienen que vacar en septiembre -de 2025- tendría mucho sentido político que se pongan de acuerdo liberales y los de Libre para que presida Marlon Ochoa, pero no hay arreglo”.
La falta de ecuanimidad de quien se convertirá en un árbitro electoral caracteriza a Ochoa, cuestionó.
Cálix enfatizó que “el no ser confrontativo no significa que uno no puede dejar de ser ecuánime; Marlon (Ochoa) ha sido una persona impulsiva, se manifiesta con un discurso militante y habría que ver si con el nuevo sombrero él se inviste de cualidades como la prudencia, ecuanimidad, cautela que se necesitan en un proceso electoral”.
¿Qué dice la legislación?
La Ley Electoral vigente, en su artículo 13, referente a la organización interna del CNE, establece que los consejeros propietarios deben elegir entre ellos un presidente, quien desempeñará su cargo en forma rotativa por el término de un año.
La elección se debe hacer en la primera sesión que se celebre, y ningún consejero puede repetir en el cargo hasta que todos lo hayan ejercido.
Indica que el CNE debe aprobar un Reglamento de Sesiones para establecer los procedimientos, plazos, mecanismos de votación, así como el seguimiento de los acuerdos y resoluciones que apruebe.