COMAYAGUA, HONDURAS
Pedalea con sus brazos para moverse en un triciclo hecho a su medida.
Cada gota de sudor que sale de su frente, producto de su esfuerzo, tiene un objetivo claro: convertirse en profesional de la computación y un motivador de personas con limitaciones físicas.
Su nombre es Osías Flores, de 34 años de edad, proveniente de una familia de seis hermanos, originario de la comunidad de El Porvenir, municipio de Las Lajas, al norte del departamento de Comayagua.
Es pasante de la carrera de Ingeniería en Sistemas y maestro de la clase de computación en la Escuela Manuel Andara de Comayagua.
Flores hace siete años decidió emigrar a la ciudad de Comayagua buscando continuar sus estudios de educación media y universitaria. Su limitación física no ha sido obstáculo alguno para avanzar en sus metas personales.
Este joven sufre de una malformación en sus piernas desde que era un bebé y a medida que iba creciendo sus extremidades se torcieron hasta el punto de impedirle caminar.
él desconoce el tipo de enfermedad que tiene ya que su madre Vicenta Flores tampoco lo supo.
“Mi madre solo me dijo que nací con la enfermedad que me impidió crecer físicamente, pero sigo creciendo en conocimiento”, expresó orgulloso Flores.
Una vez que se instaló en la ciudad de Comayagua empezó a estudiar en el Instituto León Alvarado.
Hace tres años comenzó a impartir clases en la Escuela Manuel Andara. Allí brinda sus conocimientos de computación a 12 secciones.
“Los maestros me dicen que soy un ejemplo para ellos y para los niños”, declaró.
Esfuerzo
Osías Flores viene de una familia humilde y tuvo que dedicarse desde niño a vender periódico, ropa y verduras. Le ha hecho de todo en la vida.
El levantarse de madrugada y acostarse tarde no era mayor problema para él, sino el tener que caminar usando sus manos y arrastrar parte de su cuerpo.
Su condición física le provocó ciertas burlas de niños al ingresar a la escuela, pero su carisma y simpatía hizo que terminara siendo amigo de muchos de ellos.
Asegura que siempre soñó con salir de su pueblo y ser una persona útil para la sociedad.
Además de ser un profesional, sueña con ser un motivador para personas con discapacidad física.
“La idea es no ser un estorbo para la sociedad, sino ser alguien que se puede desarrollar y dejar algo positivo en la vida, por eso quiero ser un motivador de personas que tienen cierto tipo de discapacidad, para decirles que pueden salir adelante”, detalló.
Al graduarse de la universidad planea volver a su comunidad de El Porvenir para mejorar la casa de adobe donde vive su madre.