TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Pasa el tiempo, se mantienen los recuerdos, pero un legado de solidaridad y filantropía perdura en la sociedad, particularmente dentro de esa emblemática institución con la que los hondureños aportan lo poco o mucho que disponen para el bienestar del prójimo.
A dos años de su desaparición física pesa la ausencia entre propios y extraños de aquel hombre exitoso no solo por su faceta de empresario de las comunicaciones o como dirigente deportivo, sino por haber fundado Teletón, la más grande obra de amor en el país.
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Se trata del licenciado José Rafael Ferrari Sagastume, un altruista por naturaleza, defensor de la libertad de expresión y pionero de los avances de la televisión nacional. Aunque mañana se conmemora el segundo aniversario del deceso de Ferrari Sagastume, su nombre al igual que acciones ya son parte de la historia de Honduras, quedando grabados en la memoria de la colectividad y para la posteridad.
El repentino fallecimiento del expresidente de corporación Televicentro, a su vez del club deportivo Olimpia, causó consternación en toda la sociedad, su familia y en especial para el reconocido publicista Sebastián Pastor, quien fue su yerno y lo consideraba como un padre.
Referente del bien común
“Don José Rafael Ferrari fue un ilustre hondureño que nació para servir con entrega y devoción a su patria, representa el gran referente nacional del bien común”, manifestó Pastor a EL HERALDO. Agregó que “él fue un ejemplo de solidaridad porque para ver la felicidad de sus prójimos no sacaba la mano derecha para ayudar y escondía la izquierda para esperar; salía con sus dos manos al frente”.
En la trilogía de Dios, patria y familia se fundamentó su comportamiento de vida, resaltó el director de fundación Televicentro. Informó que mañana se realizará una misa en honor a don Rafael Ferrari para recordarlo como aquel abnegado y bondadoso padre, pero sobre todo como un ejemplo de sensibilidad humana.
