CORTÉS, HONDURAS.- Un arduo trabajo de limpieza de los escombros y lodo que quedó en varias colonia de
La Lima, en el departamento de Cortés, luego del paso de los
huracanes Eta y Iota.
Pobladores de la colonia Nuevo San Juan son los que se han visto beneficiados en los últimos días con los trabajos de limpieza que se están realizando para que puedan regresar a sus viviendas, sobre todo para la temporada navideña.
Retroexcavadoras y tractores puestos a la disposición por el gobierno a través de la 'Operación No Están Solos' han trabajado para habilitar los pasos luego que lugar quedara anegado de agua y habitar el lugar fuera casi imposible.
Ante los trabajos que se realizan, Maynor Montes, un residente por más de una década manifestó: 'Quedó fatal con los dos huracanes en los cuales perdimos todo (...) solos no podemos, estamos atados de las manos, perdimos todo, pero primeramente Dios vamos a salir adelante con la ayuda que nos están proporcionando”.
Por otra parte, puentes colapsados y la ruptura de bordos impiden el acceso a otras comunidades como San José 1 y 2, las cuales son inhabitables. Las pocas casas que quedaron en pie son un peligro, sus bases fueron azotadas por la furia del río Chamelecón que se empeñó en arrastrar hasta contenedores y dejarlos en los techos de las casas.
Pobladores de la colonia Nuevo San Juan son los que se han visto beneficiados en los últimos días con los trabajos de limpieza que se están realizando para que puedan regresar a sus viviendas, sobre todo para la temporada navideña.
Retroexcavadoras y tractores puestos a la disposición por el gobierno a través de la 'Operación No Están Solos' han trabajado para habilitar los pasos luego que lugar quedara anegado de agua y habitar el lugar fuera casi imposible.
Ante los trabajos que se realizan, Maynor Montes, un residente por más de una década manifestó: 'Quedó fatal con los dos huracanes en los cuales perdimos todo (...) solos no podemos, estamos atados de las manos, perdimos todo, pero primeramente Dios vamos a salir adelante con la ayuda que nos están proporcionando”.
Vea aquí: Daños económicos por pandemia y huracanes asciende a $10,000 millones, dicen empresarios
Por su parte, Ana Reyes, también vecina de Nuevo San Juan, dijo: “Han hecho el trabajo bien y no han parado. Es de darle gracias a todos por haber puesto primero esta colonia'.
“Aquí vinieron helicópteros y ayuda, hasta el alcalde de La Lima (Santiago Motiño) vino a ayudar para salvar la vida de los niños, los ancianos y mujeres embarazadas. Es un esfuerzo que todos ellos andan haciendo, las máquinas y las volquetas”, apuntó.
Asimismo, el limeño Carlos Guerrero afirmó: “Aquí el agua tapó las casas y dañó la infraestructura, pero gracias a Dios y a las autoridades que están poniendo mano para aliviar un poco el dolor que tienen las personas aquí, porque aquí se perdió todo”.
Otros ciudadanos demostraban su gratitud y alegría por la limpieza. Una de ellas fue Sonia Bueso quien aseguró ya estaba un poco desesperada por regresar a su vivienda.
La Lima es uno de los municipios más afectados del valle de Sula por el paso de las dos tormentas, donde según las autoridades locales son al menos 100,000 pobladores afectados, es decir, todo el municipio.
Otras zonas
La Alcaldía de La Lima habilitó el paso hasta la aldea Samaritana porque las calles estaban destruidas, llenas de cráteres, por lo que con relleno y una retroexcavadora poco a poco han avanzado a otras comunidades.Por otra parte, puentes colapsados y la ruptura de bordos impiden el acceso a otras comunidades como San José 1 y 2, las cuales son inhabitables. Las pocas casas que quedaron en pie son un peligro, sus bases fueron azotadas por la furia del río Chamelecón que se empeñó en arrastrar hasta contenedores y dejarlos en los techos de las casas.
Mire aquí: Lugares que se convirtieron en zona de riesgo por derrumbes tras tormentas que azotaron Honduras
En la zona compuesta por las comunidades de Montevideo, 17 de Enero, Las Rosas, Limones, San José 1 y 2, Corozalito, Samaritana y Flores de Oriente residen alrededor de 850 familias, es decir, unos cinco mil pobladores.