La precariedad de la Unidad de Endoscopía del Hospital San Felipe le está pasando la factura a los pacientes que ahora deben practicarse este costoso examen en clínicas privadas.
La endoscopía es un examen diagnóstico que tiene un costo entre 4,000 y 8,000 lempiras y se utiliza para detectar, principalmente, el cáncer de estómago.
Este procedimiento consiste en la introducción de una cámara con iluminación dentro de un tubo o endoscopio a través de un orificio natural o una incisión quirúrgica para visualizar el órgano afectado.
Sin embargo, desde hace más de dos meses, el único aparato de endoscopía, de los dos que tenía el Hospital San Felipe y que también era utilizado por los pacientes del Instituto Cardiopulmonar (Tórax), dejó de funcionar.
Según el reporte técnico al que tuvo acceso EL HERALDO, la vida de la fuente de luz de la torre del endoscopio (o lampara de xenón), que permite iluminar el órgano en estudio, caducó, ya que solo tiene 500 horas de utilidad.
Este endoscopio fue donado hace cuatro años por el JICA y con él diariamente se practicaban entre 10 a 15 endoscopías, en promedio unos 3,600 exámenes por año.
Ayer, EL HERALDO visitó la Unidad de Endoscopía del centro.
Según la doctora Zoila Godoy, cirujana endoscopista y encargada de la unidad, desde el pasado 27 de febrero la fuente de luz presentó las primeras fallas.
“Ese mismo día yo mandé una nota al director diciendo que por favor, el otro endoscopio que estaba en mal estado talvez lo podían mandar a arreglar para que no nos paráramos”, manifestó Godoy.
La galena detalló que nuevamente el 6 de marzo del presente año envió otra nota para informar a las autoridades la paralización de la unidad, sin embargo, no recibió respuesta.
“La lampara de xenón aún no me ha sido comprada a pesar de que en esta unidad cada paciente aporta; de febrero a diciembre de 2011 el hospital recibió 142,775 lempiras y de enero a diciembre de 2012 aportaron 91,900”, dijo Godoy.
Consideró que con este ingreso el hospital tiene la capacidad de solucionar la problemática, ya que la fuente de luz tiene un costo de más de 10 mil lempiras y la reparación del otro endoscopio ronda en 36 mil lempiras.
Sin embargo, Godoy aseguró que de forma verbal conoció que la intención de las autoridades es comprar un endoscopio aunque sea más barato reparar los existentes.
“A mí me llamó un técnico de la casa IMLAB y me dijo: ‘Doctora, estamos en pláticas con el Ministerio (de Salud) pero ahí nos va a tener que ayudar, hay dinero, bien le pueden comprar un equipo, una torre’, yo no necesito una torre, eso vale más de 600 mil lempiras”, manifestó.
“Yo le dije al director (Arnorlo Zelaya): ‘Yo estoy en esta situación’ y me dijo: ‘Doctora y por qué no compramos uno’”, recordó.
Godoy señaló también que esta unidad carece desde hace varios años de medicamento y que pese a los reportes tampoco ha logrado respuestas.
“Desde el 2009 no tenemos medicamentos, el 31 de enero de 2013 le solicitamos al jefe del almacén lo que necesitamos y desde el 2009 no tengo lidocaína, que es el anestésico local que utilizamos para el estudio”, denunció Godoy.
Entre otros de los medicamentos faltantes incluyó la jalea para lubricar el endoscopio, el alcohol para lavar el endoscopio, la simeticona para disminuir el líquido y las burbujas en el estómago y el glutaraldehído, un potente virucida para esterilizar.
Godoy criticó también la poca solidaridad que existe en el Hospital Escuela ya que los pacientes que son referidos a ese centro son rechazados.
“Cuando el Escuela tiene su equipo malo nosotros los recibimos, pero cuando nuestros pacientes van allá vienen diciendo que no los quieren atender y allá hay tres endoscopistas y aquí estoy yo sola”, comentó.
“Yo estoy sola desde el 2009, tenía una mora de 8 meses y la reduje a un mes, había otro médico adscrito a esta unidad y por cuestiones de celos profesionales, el doctor tuvo que emigrar a otro hospital por su seguridad personal y psicológica”, expresó Godoy.
Por su parte, el director del hospital San Felipe, Arnoldo Zelaya, informó que uno de los endoscopios ya fue enviado a reparación.
“Ya se mandó a reparar el endoscopio, un lente es lo que estaba malo, no se había mandado a reparar porque habían muchas prioridades en el hospital, no había financiamiento, ahora ya los conseguimos con los fondos recuperados”, informó.
Pese a que EL HERALDO corroboró que el segundo endoscopio que necesita la instalación de la fuente de luz permanece en el hospital sin ser reparado, Zelaya aseguró que está en revisión.
Descartó que el hospital pretenda comprar otro endoscopio ya que solo cuentan con fondos para la reparación de los existentes.