Los productores no pierden el optimismo. A pesar de la reducción de precios aseguran que todavía tienen un margen muy positivo de utilidad.
Dagoberto Suazo, presidente de la Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras destaca que los costos de producción alcanzan un máximo de 90 o 100 dólares por quintal, así que “si estamos hablando de 175 o 180 dólares todavía queda una utilidad importante, por lo tanto, aunque haya habido una afectación en cuanto a ingresos a nivel de las zonas productoras, aún nos veamos estimulados a mantener la producción”.
“Sigue siendo un negocio muy rentable”, insiste el productor, quien señala que si se compara el café con otros rubros como granos básicos u hortalizas, este además de más rentable, es sostenible en cuanto a precio se refiere.
Añade, asimismo que “esperamos que igual que los últimos años se va seguir incrementando la productividad entre un 20 o 25 por ciento”.
Recordó que el sector cafetalero viene de precios inferiores a los 50 dólares y actualmente el precio internacional está arriba de los 175 dólares, por lo que, “el precio todavía es un incentivo para el pequeño productor y el 95% de los productores son pequeños”. En ese sentido, el también exportador de cafés especiales, estima que los que no tienen incentivos son los grandes productores, aquellos que se metieron al negocio de café atraídos por la rentabilidad que tuvo el sector en 2011.
El presidente de los cafetaleros destacó además el interés de hondureños de seguir apostándole al rubro, ya que de forma expontánea, varias áreas que habían sido abandonadas están volviendo a activarse mediante la destinación de las remesas a este cultivo.
Factores externos
El positivismo del sector agricultor no solo se enfoca a nivel interno. “Esperamos una reacción a nivel del precio en el mercado internacional para la próxima cosecha, considerando que hay un leve equilibrio entre la oferta y la demanda, pero en el café, lamentablemente no solo es oferta y demanda, sino que hay otros factores especulativos que mueven el precio hacia arriba o hacia abajo.
En ese momento el precio debería tender a mejorar por esa perspectiva en el mercado internacional”, explica.
Ya que la caída de precio se dio tras un exceso de producción mundial y como efecto un aumento del nivel de las existencias, un equilibrio entre la oferta y la demanda garantizaría la estabilidad de los precios actuales, en beneficio para países como el nuestro que tienen en el rubro del café el pilar de la economía.
Y las expectativas son alentadoras. Actualmente, el principal productor mundial, Brasil, está reduciendo su producción, al igual que Perú, Colombia y “prácticamente solo Honduras tiene una perspectiva de aumento”.
Asimismo, el consumo a nivel mundial está aumentando entre 1.5 a 2%, lo que según Suazo, significa que cada año tres millones de quintales más, “viéndolo en perspectiva para los próximos 10 años se necesita 40 millones de sacos en el mercado internacional y uno de los países que está preparado para proveer esa cantidad es precisamente Honduras”.