El recrudecimiento de la ola criminal en el país no desanima a las autoridades responsables de brindar seguridad.
El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, admite estar preocupado por los últimos crímenes perpetrados en Honduras.
Afirma que las acciones delictivas son perpetradas por el crimen organizado.
Aseguró al pueblo que cumplirá las instrucciones que le dio el Presidente Porfirio Lobo, de crear un clima de paz y tranquilidad.
Instó a incentivar una cultura de respeto a la ley, la vida y establecimiento del orden.
Asimismo, dijo que seguirá el legado que dejó el exministro de Seguridad, Gautama Fonseca, de depurar la Policía y ganarse el respeto de la sociedad.
Respecto al crimen de los dos oficiales, Rosel Nájera y Dorian Sobalvarro dijo que se profundizará la investigación. A pesar de estar suspendidos, ambos oficiales portaban aún armas de reglamento. “Vamos a tomar las acciones correctivas, investigamos para deducir responsabilidades”, dijo.