Honduras

El problema de los centros penales es estructural y no se resuelve sólo cambiando el recurso humano, opinan expertos

El propio INP ha reconocido en reiteradas veces el serio problema de hacinamiento en el que viven más de 21,000 reos que están en las cárceles del país
23.06.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A partir del 1 de julio del presente año, el sistema carcelario del país cambiará de timón y estará bajo la custodia de las Fuerzas Armadas de Honduras, estrictamente bajo el mando de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).

El clamor popular de la ciudadanía en general es que de una vez por todas se pueda superar la ingobernabilidad que existe en la mayoría de los centros penales del país, en los que las maras, pandillas y otras estructuras criminales tienen el control.

Para la coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas “el problema de los centros penitenciarios y el problema de la seguridad en general, es que no es cambiando a una persona que se resuelve un problema estructural que hay”.

Comandante Muñoz: “Nuestro esfuerzo va a los cinco penales problemáticos”

Según la especialista en el estudio de homicidios y seguridad, encontrar una solución a la crisis penitenciaria, requiere, aparte de poner los mejores elementos, se debe fortalecer la institucionalidad del Instituto Nacional Penitenciario (INP), para que de una vez por todas esta sea la entidad responsable de la administración de las cárceles.

Tal y como ha sucedido en las últimas décadas, “cuando hay un problema siempre están cambiando, primero los policías, luego los militares, luego los policías y luego los militares; entonces vamos a hacer un círculo vicioso de ese tema y al final esto es un problema estructural que no se resuelve solo con el recurso humano”, argumentó Ayestas.

Se repite la misma historia

A criterio del criminalista y catedrático universitario Gonzalo Sánchez, el cambio de mando en la tutela de los reclusorios: “el problema en esto es que es una de no acabar; primero los tuvieron los policías penitenciarios y fracasaron, de ahí se los dieron a la Policía Nacional y el mismo problema, se los dieron a los militares y tuvieron serios problemas”.

Sánchez reconoció que tener la responsabilidad del cuidado de las cárceles no es cosa fácil, tomando en cuenta las precariedades que se viven en ellos en materia de infraestructura que deriva en el hacinamiento.

Xiomara Castro, de criticar a la PMOP a delegarle dirección de las cárceles

“Es que no es fácil, es complicado tratar con miembros del crimen organizado y estructuras con poder, con dinero, con logística, con todo. Entonces en la experiencia que tuvieron las Fuerzas Armadas la primera vez, creo que les va a servir como ejemplo para que modifiquen sus estrategias en esta segunda oportunidad que les ha dado el gobierno de la Republica”, arguyó Sánchez.

El poco control de las prisiones radica en gran medida en la colusión que se ha dado desde antaño entre los agentes penitenciarios encargados de la seguridad y los mimos convictos. Sobre esto dice el experto en seguridad que “ya fracasaron los escáneres, fracasaron las cámaras y fracasó el recurso humano. Ahí el problema es el recurso humano, la corrupción que existe al interior de los centros penitenciarios de algunos policías”.

Hasta que no se frene ese tipo de irregularidades la tranquilidad en los centros penales de Honduras no llegará, aseguró el criminalista.

Debilidades en la infraestructura

El propio INP ha reconocido en reiteradas veces el serio problema de hacinamiento en el que viven más de 21,000 reos que están en las cárceles del país.

Migdonia Ayestas coincide con esta tesis, asegurando que “hay problemas desde las construcciones de los centros penitenciarios, que nos han dicho que son de máxima seguridad y cuando hemos visto los han destruido los mismos privados de libertad”.

Así es la “minicárcel de máxima seguridad” para mujeres que el gobierno abandonó

La coordinadora del Observatorio del Violencia también convino en que “hay un problema de ingreso de cosas a los centros penitenciarios, que eso más bien parece la colusión de funcionarios policiales que, aunque nos establezcan que tienen los mejores escáneres para no dejar pasar nada entonces como explicamos que entre gasolina, armas, drogas y otros objetos”.

Para evitar este contubernio entre agentes penitenciarios y los privados de libertad, los expertos recomendaron hacer una buena escogencia y capacitación de los celadores y que estos sean mejore remunerados para no ser cooptados por las organizaciones criminales.