Tegucigalpa, Honduras
“Vivimos con zozobra, tenemos miedo por nuestros hijos, solo le pedimos a Dios que nos libre de las redadas de Migración”.
Estas son parte de las expresiones de Isis Aguilera, una migrante hondureña, que fue aterrorizada la madrugada del 4 de mayo cuando oficiales de Migración llegaron al vecindario donde habita buscando a mujeres con hijos y que permanecen en suelo estadounidense de manera ilegal. La mujer contó su testimonio a EL HERALDO.
El departamento de migración de Estados Unidos anunció que continuarán con las redadas durante los meses de mayo y junio, con el fin de dar con mujeres y sus hijos que ingresaron en 2014 y que debieron ir a Corte, pero no lo hicieron. De acuerdo a Aguilera, en estas redadas no se hace distinción alguna y todos los migrantes corren el riesgo de ser deportados.
Relató que ese miércoles los oficiales llegaron a las 4:00 de la mañana a la casa de su hermana y posteriormente tocaron la puerta de su vivienda.
Dijo que llegaron preguntando por una mujer y al indicarles que esa persona no habitaba en el lugar los oficiales las amenazaron con obtener una “orden para tirar la puerta”.
“Ellos llegan buscando otra persona y llegan no identificados con su uniforme de ICE, sino como policía normal”, relató.
“Mi hermana les dijo no vive aquí y ellos empiezan a intimidar, a golpear por todas las puertas, las ventanas y a estar enfocando con un foco para adentro del apartamento, incluso intimidándola diciéndole a ella que si no abren la puerta es que tiene droga o tiene un delincuente encerrado”, agregó.
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Denunció que los oficiales hasta amenazaron con “echarle” el departamento de niños y familia para quitarle a sus hijos.
La tortura de esta familia terminó hasta las 11:00 de la mañana de ese 4 de mayo cuando los oficiales desistieron y se fueron de la zona.
Sin embargo, Aguilera dijo que después de este incidente oficiales de Migración han continuado siguiendo a su cuñado que por tener un proceso de migración pendiente en la Corte no lo han detenido.
“A mi cuñado ya lo han parado dos veces, incluso cuando lo paran son hasta groseros”, señaló e indicó que utilizan palabras soeces.
Las redadas
Según Aguilera, los oficiales de Migración realizan las redadas desde las 4:00 de la mañana, ya que ellos conocen que son los migrantes los que deben salir desde temprano para llegar hasta sus trabajos.
Comentó que en el caso de su familia, el pastor de la iglesia a la que asisten les mantiene informados de dónde están ubicados los retenes de migración para que eviten pasar por la zona.
Pero este conflicto ha originado problemas hasta para sus hijos, a quienes no envían a la escuela por temor a que los oficiales de Migración los detengan.
“Es una gran zozobra y realmente uno viene a este país, y uno no es delincuente, uno viene a este país nada más a luchar”, manifestó la hondureña que ya cumple 13 años de vivir ilegalmente en ese país.
El consejo
Francisco Portillo, representante de la organización de migrantes Francisco Morazán, dijo que a todos los hondureños ilegales los han aconsejado que cuando lleguen los oficiales de Migración no abran las puertas para evitar ser detenidos. Expresó el temor y el miedo de la comunidad hondureña por estas redadas en las que aseguró “pagan justos por pecadores”.
Dijo que los oficiales llegan a los lugares a buscar a las madres y sus hijos, pero si en ese sitio hay otros indocumentados también son detenidos para ser deportados.
