TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego del cambio de medidas aplicadas a la ex primera dama Rosa Elena Bonilla, el expresidente y su esposo Porfirio Lobo Sosa acudió a las instalaciones de la Penitenciaría Femenina de Adaptación Social (Pnfas) con la intención de recibirla y darle seguimiento a su traslado.
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Tras su llegada, el exmandatario fue intervenido por la prensa y declaró algunos detalles sobre cómo están viviendo el proceso como familia y lo que espera sobre el caso. “Estamos muy contentos de tener de vuelta a doña Rosa en casa. Ella tiene enfermedades de base y algunas dolencias que tienen que ser tratadas allá”, inició diciendo.
“El proceso ha sido muy doloroso porque ustedes saben que los hijos sufren mucho y uno como jefe de familia no puede dejar de tener en alto la frente, con firmeza”, agregó.
Sobre las declaraciones de la abogada Daysi Banegas, quien dijo que en el juicio de Rosa Elena hubo una serie de irregularidades que deben ser analizadas por los nuevos jueces que conformarán la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Pepe consideró que “yo sé que la justicia tiene que llegar y yo sé también que muchos de los que actuaron en este caso sabían que estaban haciendo algo ilegal, pero estaban sometidos a presiones”.
La ex primera dama será trasladada de la cárcel hacia su casa a las 4:00 de la tarde de este miércoles 15 de febrero.
Arresto domiciliario
Este es el quinto año en que Rosa Elena Bonilla permanece privada de su libertad. Sin embargo, este lunes la Sala Penal respaldó su arresto domiciliario debido al vencimiento del tiempo de su prision preventiva.
Ahora, la esposa de Porfirio Lobo Sosa deberá cumplir la sentencia de 14 años de prisión en su casa de habitación, donde estará acompañada también de un agente penitenciario.
Bonilla de Lobo fue hallada culpable de los delitos de fraude continuado y apropiación en el denominado “Caja Chica de la Primera Dama”.
Muerte de Said Lobo
Said Lobo, hijo de Rosa Elena Bonilla y Porfirio Lobo Sosa, murió el 14 de julio de 2022 -junto a tres personas- en una masacre ocurrida en el bulevar Morazán de Tegucigalpa.
Debido a la situación, Rosa Elena recibió un permiso provisional de 24 horas por parte del Instituto Nacional Penitenciario para salir de la cárcel de mujeres en Támara y así poder sepultar a su hijo.
Desde entonces, la salud de la ex primera dama empeoró y comenzó a sufrir crisis nerviosas al interior del centro penitenciario. Ante ello, el ministro asesor para presos políticos, Pedro Joaquín Amador, solicitó que Bonilla de Lobo pudiera salir de la Penitenciaria bajo arresto domiciliario por encontrarse en situación de riesgo.
