TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El 31 de enero Salvador Nasralla aseguró que en la primera semana de febrero presentaría su renuncia como designado presidencial ante el Congreso Nacional (CN).
“Creo que la próxima semana ya la tendré lista (renuncia) y la voy a llevar al Congreso, a ver si se les ocurre aceptármela”, dijo la semana pasada.
No obstante, el líder del Partido Salvador de Honduras (PSH) dijo a EL HERALDO que seguirá esperando para dimitir a su cargo.
“Están estudiando el caso varios abogados y la mayoría no recomiendan hacerlo en estos días, el problema es que en Honduras las leyes no se respetan”, sostuvo.
Ante la interrogante de este rotativo, el designado añadió que “yo le aviso cuando haya noticias al respecto”.
En agosto del año, el ingeniero afirmó que iba a presentar la carta de renuncia, pero esto se ha alargado y no se sabe si finalmente cumplirá con su palabra.
En primera instancia dijo que no lo hacía por la parálisis que atravesó el Congreso Nacional, posteriormente adujo que seguía estudiando el caso con abogados ya que sigue teniendo aspiraciones políticas.
Nasralla se quedó sin presupuesto para su despacho desde 2023 y únicamente cuenta con su salario, el cual es de 109 mil lempiras al igual que los otros designados presidenciales.
Desde el gobierno le han instado a renunciar a su salario, como lo pidió recientemente el ministro de la Presidencia, Rodolfo Pastor.
“Por dignidad propia y porque ha criticado de manera violenta contra el gobierno, debería de renunciar a percibir ese salario”, puntualizó Pastor.
