Tegucigalpa, Honduras
Lo que nació como un aparente vínculo sostenible, ambicioso, unificado y transformador, se vino abajo de la noche a la mañana por la abrupta determinación del expresidenciable Salvador Nasralla de separarse de Manuel Zelaya Rosales, siguiendo consejos de sus más allegados colaboradores.
Ambos perdieron comunicación a partir del sábado 21 de abril tras el fracaso de la reunión del Consejo Directivo de la Alianza de Oposición contra la Dictadura convocado por Zelaya para saber de boca de Nasralla si se quedaba o no el grupo político.
Nasralla, que un día antes había aprobado las resoluciones de la asamblea ampliada del partido Libre, al día siguiente sorprendió al desconocer la creación de los comandos insurreccionales y anunciar la formación de un nuevo partido político.
Esta ambigüedad de criterios molestó tanto al coordinador general de la Alianza y del partido Libre que llegó a confesar su cansancio y aseguró que “los asesores de Nasralla se los nombra la derecha”.
Desde este fallido intento por dirimir sus diferencias, Nasralla y Zelaya no se han vuelto a ver ni saludar, según fuentes consultadas por EL HERALDO.
Durante la manifestación del 1 de mayo, ambos marcharon por lugares distintos y trataron de no verse para no saludarse.
Las relaciones no están bien. Y una prueba de este distanciamiento es que ambos líderes de oposición (en esto sí coinciden) están convocando a marchas distintas.
Zelaya exhortó a sus bases, que suelen ser disciplinadas, a un plantón hoy frente a la Embajada de Estados Unidos, mientras que Nasralla hizo lo propio para una manifestación frente a la Corte Suprema de Justicia.
“Observo un mayor distanciamiento, cada vez más profundo. No terminan de romper porque ambos se necesitan, siento que Nasralla ya entendió que necesita su propio liderazgo, su propia identidad”, expresó el analista Edgardo Rodríguez.
Añadió que Nasralla “se está desmarcando cada vez de ‘Mel’, va a formar su propio partido para tener control sobre su partido político y no como sucedió con la Alianza, donde él era un simple instrumento de Manuel Zelaya”.
