Tegucigalpa, Honduras
La prohibición de los matrimonios infantiles permitirá avanzar en la protección de los menores de edad, pero es urgente trabajar en programas de prevención y mejorar sus condiciones de vida.
Así los consideran varios sectores sociales consultado por EL HERALDO, después de que el Congreso Nacional derogara el párrafo tres del artículo 16 del Código de Familia, que permitía que las niñas y niños se unieran en matrimonio a partir de los 16 años con autorización de los padres.
El vocero de la Iglesia Católica, padre Juan Ángel López, consideró importante fijar una edad para los matrimonios, pero también hay que preocuparse en facilitarles a los jóvenes acceso al empleo, educación y todos sus derechos.
Indicó que el problema es que había una contradicción, porque la legislación hondureña dice que se es niño hasta los 18 años, pero permitía de alguna forma que los niños se casaran antes de esa edad.
“En el caso de la legislación interna de la iglesia, siempre se pide que sean mayores de 18 años, se dieron algunos casos de menores, pero con permiso de los padres”, apuntó.
El presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), Alberto Solórzano, consideró que no hay seguridad de que esta decisión resolverá el problema de las uniones entre menores de edad.
“Creemos que estimulará la unión libre y atentará contra el derecho de la patria potestad”, declaró el religioso.
Solórzano dijo que a cierta edad no existe la total madurez para enfrentar un matrimonio, pero es allí donde se debe ofrecer acompañamiento y la debida orientación para generar conciencia y estimular el compromiso.
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Una parte
De su lado, la dirigente del movimiento feminista Visitación Padilla, Cristina Alvarado, expresó que la propuesta es interesante, pero solo se está viendo una parte de la problemática.
“No es mediante un decreto que se va a prohibir el matrimonio infantil, se debe realizar una intervención integral en materia de educación sexual, porque el ser humano es sexual desde que nace hasta que muere”, sostuvo.
Las políticas públicas integrales deben estar orientadas a permitir relaciones respetuosas, fundamentadas en derechos, prevención de embarazos y evitando la trata de personas, indicó.
Además se debe eliminar la cultura patriarcal machista que viene desde la edad media, cuando las familias asumían que perdían la honra cuando las hijas salían embarazadas y las obligaban a restaurar el daño a través del matrimonio, amplió.
En Honduras el 26% de las niñas dan a luz antes de cumplir los 18 años y la prevalecía del matrimonio infantil o uniones tempranas es de 34%, aunque el Registro Nacional de las Personas (RNP) no ha podido dar un dato exacto.
