Tegucigalpa, Honduras
En un proceso de reconciliación nacional no debe haber vencidos ni ganadores.
Para los distintos sectores de la sociedad es necesario que haya acuerdos pensando en el bien común, en el de las hondureños más pobres que la final pagan las consecuencias.
Esa es la forma de poder llegar a encuentros que permitan que la paz y el desarrollo regresen a Honduras.
Diversos sectores han visto con bueno ojos el llamado del presidente de la República, Juan Orlando Hernández, a promover la reconciliación entre la sociedad hondureña.
La crisis política que enfrenta la sociedad ha dividido las familias, afectado la economía y genera un ambiente de zozobra en la población. En ese sentido es necesario que los dirigentes de los partidos políticos que están enfrentados busquen el perdón, pensando en los intereses sagrados de Honduras.
El analista Miguel Calix, en entrevista con EL HERALDO, consideró que “un requisito esencial para la reconciliación nacional es aceptar los errores y perdonar”. Ya es tiempo de que la clase política se dé cuenta de que enfrentados en un país con tantos desafíos externos e internos se reducen las capacidades de poder hacerle frente a los problemas comunes.
Para Cálix, el liderazgo de los sectores políticos está por demostrarse, ya que lo que hay en este momento son dirigentes, no líderes. Un líder conduce a sus seguidores a objetivos y tareas comunes, por lo tanto el primer paso lo deben dar los dirigentes.
El analista indicó que el diálogo y la reconciliación no solo es de sentarse y hablar, porque hay muertos y daños, es decir que también hay un tema de justicia implícito que se debe atender.
Para la iglesia católica es indispensable que exista perdón entre las partes al momento de sentarse a dialogar.
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El padre Carlos Rubio refirió que los políticos deben sentarse y pensar en los intereses de los hondureños más pobres, que son los que más sufren.
La clave, para Rubio, es buscar los puntos de encuentro, los intereses comunes, pensado en el bienestar del pueblo. De momento una Junta de Convocantes integrada por destacados profesionales de la sociedad hondureña trabaja en promover un diálogo entre los sectores en conflicto.
Para esta semana se prevé que llegará a Honduras una misión exploratoria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de entablar conversaciones con los actores políticos en conflicto.
Los expertos contribuirán en los acercamientos con los sectores convocados para entablar un diálogo nacional.
Los llamados son el presidente Juan Orlando Hernández, el excandidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, y su coordinador general Manuel Zelaya, así como el excandidato liberal Luis Zalaya.
Partes deben poner una alta dosis de voluntad
El integrante de la sociedad civil, Olban Valladares, consideró que la situación del país es muy compleja y todas las partes deben poner una alta dosis de voluntad.
Indicó que las manifestaciones radicales de algunas de las partes que dicen que con fulano no platican deben de erradicarse.
Ejemplificó los casos de Colombia y Vietnam, donde por medio de los diálogos y la reconciliación entre las partes se ha ido logrando la paz y se han convertido en gigantes del comercio internacional.
Dijo que hay que poner los pies en la tierra sobre los sucedido con los artículos pétreos de la Constitución de República y ver qué es lo que se puede corregir de ahora en adelante. Reflexionó que quien sufre las consecuencias de todo lo que pasa en el país son las familias más pobres.
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Se tienen que deponer los intereses particulares
El padre Carlo Rubio, de la iglesia Católica, indicó que para llegar a una reconciliación nacional se deben deponer los intereses particulares y pensar en el bien de la nación.
“Dejemos entrar también a Dios en nuestro corazón para que haya perdón y lleguemos a la reconciliación, pero primero tiene que darse el perdón”, reflexionó.
Para que haya reconciliación es importante que haya justicia restaurativa y que en aquello que se ha faltado a la vida y dignidad en contra de las demás personas se haga justicia.
“Reconciliar es volver al estado de antes, de amistad, pero depende de las partes”, declaró.
Tiene que haber voluntad de llegar a ese entendimiento, refirió, pero se deben poner los intereses comunes en el diálogo.
Es necesaria la disposición para escuchar a la otra parte
El analista político Miguel Cálix consideró que el proceso de reconciliación tomará tiempo porque existe bastante polarización, molestia e incluso dolor en algunas de las partes.
En ese sentido, lo primero es aceptar que este proceso no se desarrollará de forma abrupta, sino que paulatina.
Además, las distintas partes deben aceptar su cuota de responsabilidad en la crisis, no se trata de la culpa de uno o del otro.
“Se requiere mucha disposición escuchar al otro, de entender al otro, se necesita empatía y darse cuenta que la final nadie sale ganando”, refirió.
En ese sentido el incentivo para acercar posiciones es el bienestar colectivo, el bien común, no los intereses particulares ni de grupo, por lo tanto la primero es aceptar los errores y perdonar.
