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Progreso, Yoro.- Con emociones encontradas pero inmensamente feliz, el héroe de la educación en Honduras, Shin Fujiyama, corre en su último día del desafío de 3,000 kilómetros.
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“Hoy comienza el último día de este loco reto. El Progreso, Yoro, es una ciudad pequeña que pocos fuera de Honduras conocen. Para mí, es mi hogar, el lugar que elegí para vivir el resto de mi vida”, expresó Fujiyama con emoción.
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El influencer ha vivido en El Progreso durante 20 años, una ciudad que ha conquistado su corazón y donde se siente completamente integrado. “Soy orgullosamente progreseño y los he extrañado muchísimo durante estos cuatro meses”, afirmó con nostalgia.
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En su última jornada de carrera, Shin recordó con cariño sus primeras experiencias gastronómicas en El Progreso, donde descubrió platillos típicos hondureños como las baleadas, el pollo chuco y la sopa de caracol.
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“Nos vemos en pocas horas. ¡Viva El Progreso!”, exclamó el youtuber, emocionado por el reencuentro con su gente.
¿Shin Fujiyama con una afección cardíaca?
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A pesar de su increíble resistencia y valentía, el influencer confesó que nació con una afección cardíaca que, en principio, le impedía practicar deportes.
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“Nací en 1,983, en Japón, con un defecto en mi corazón que causaba hemorragias. Los doctores le dijeron a mis padres que no podría hacer deportes”, relató Fujiyama.
@shinfujiyama Nací con un defecto cardiaco y me dijeron que nunca sería un atleta de alto rendimiento. Hoy es el último día de mi reto donde he recorrido más de 3000km desde la frontera de Estados Unidos, México hasta Honduras para construir escuelas, espero mi historia los ayude a creer en sus sueño y que todo es posible, hoy corro por los niños de Honduras, mañana ustedes corran por sus sueños ❤️🇭🇳
♬ original sound - Shin Fujiyama
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Añadió que los médicos pronosticaron que nunca sería un atleta, lo que preocupó profundamente a sus padres, quienes lo llevaban con frecuencia al hospital.
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“A los cinco años comencé a jugar más fútbol, pero me cansaba después de solo cinco minutos. Sin embargo, en algún momento mi condición mejoró. Hoy, si logro recorrer esos 3.000 kilómetros, será el primer ser humano en hacerlo”, compartió con orgullo Fujiyama.