TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) concedió este viernes el
Gran Premio a la Libertad de Prensa 2020 a cien periodistas y trabajadores de prensa de las Américas que, en el ejercicio de su profesión, han perdido la vida debido al covid-19 en el último semestre.
Entre los homenajeados destacan los comunicadores hondureños Pablo Gerardo Matamoros, Francis Jaqueline Bojórquez, David Romero Ellner y José Edilberto Zelaya.
Entre los homenajeados destacan los comunicadores hondureños Pablo Gerardo Matamoros, Francis Jaqueline Bojórquez, David Romero Ellner y José Edilberto Zelaya.
FOTOS: Comunicadores hondureños víctimas del covid-19
El presidente de la SIP, Christopher Barnes, lamentó la muerte de los periodistas y envió un mensaje de condolencia a sus familiares.
'Este es un momento muy duro para el periodismo porque la pandemia ha cobrado también la vida de muchos integrantes de nuestra familia periodística. En todos los países hay ejemplos de dedicación y abnegación mostrado por trabajadores de medios que han entregado hasta sus propias vidas por cumplir de manera firme la misión de mantener al público informado', dijo Barnes.
Asimismo, el máximo representante de la SIP, expresó que sus muertes no fueron en vano. 'Tengo la esperanza de que el trabajo de todos estos periodistas y personal de medios ha ayudado a otras personas a enfrentar la pandemia con una prevención adecuada que resulte en un impacto de menor riesgo'.
Barnes, director de The Gleaner Company (Media) Limited, Kingston, Jamaica, indicó que 'esta pandemia está lejos de haber terminado', y llamó a los periodistas y trabajadores de medios y, en especial, a los medios de comunicación 'a fortalecer los protocolos de sanidad y seguridad para reducir el impacto en la profesión'.
Seguidamente agradeció a todas las organizaciones de prensa del continente y a los socios de la SIP que han colaborado proveyendo información sobre las víctimas y expresó que la organización continuará recopilando datos.
VEA: Destacados comunicadores hondureños, víctimas del letal coronavirus