El Subcomisario hondureño, Hector Caballero, acudió esta mañana a las instalaciones de Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) tras salir señalado en el informe investigativo sobre el crimen del zar antidroga, Julián Arístides González y Alfredo Landaverde.
En el oficio SEDS-AG-1106-2011, de fecha 23 de diciembre de 2011, que contiene el informe inicial elaborado por el equipo de investigación (del caso Landaverde) de la Policía Nacional, Caballero aparece señalado como jefe de los gatilleros que asesinaron a Landaverde.
En ese sentido, el uniformado llegó este lunes hasta los Derechos Humanos para pedir protección y desvincularse de este crimen cometido por la cúpula policial, hecho revelado en exclusiva por EL HERALDO.
Caballero manifestó esta mañana que días antes de que se publicara la denuncia en EL HERALDO, todos los policías que aparecen mencionados en dicho informe, fueron trasladados a otras unidades. Ante tal acción dijo que 'significa que todo este hecho fue bien planificado y que muchos (en la Policía Nacional) ya sabían que dicho informe iba a salir a la luz'.
'Necesito limpiar mi nombre y que salga a luz la verdad, que se revele quiénes son los autores materiales e intelectuales de este hecho', expresó Caballero.
Pidió además que un ente internacional 'nos apoye en este momento para esclarecer bien lo que sucedio ese día y que se investigue a los verdaderos responsables.
Detalló además que en el momento del asesinato de Landaverde, él estaba asignado como subdirector de información y análisis en el cuartel general de Casamata y él llegó a la escena del crimen hasta después que se había cometido el delito.
“Me indicaron que en ese momento me hiciera presente al lugar para ver qué había pasado e informara sobre el hecho delictivo y la relación de hechos que me hicieron es supuestamente un vacío telefónico y yo me comunique con una persona, con otra persona y en ningún momento he tenido ninguna relación con esa gente, ni en mi vida profesional de 15 años de servicio he tenido alguna relación con ellos, no digamos ese día que supuestamente fue planificado ese hecho delictivo”.
Caballero aparece en el documento -con sello de la Dirección General de Policía y de la Inspectoría General de la Secretaría de Seguridad- que hace referencia a 30 oficiales, tanto de la cúpula policial como de mandos intermedios, y agentes que participaron en el asesinato de González Irías.
Varios de estos nombres también se mencionan como partícipes en el crimen de Landaverde.