Según una guía de los procesos penales en Estados Unidos, si el acusado (Juan Antonio Hernández) es declarado culpable, el juez es el responsable de imponer la sentencia.
Un acusado declarado culpable puede apelar su condena después del juicio ante la Corte de Apelaciones del circuito en que se ubica el Tribunal de Distrito en que fue condenado, en este caso el Distrito Sur de Nueva York.
Omar Malone, abogado defensor del exdiputado, anunció ante la prensa que apelará la decisión. “El jurado trabajó duro pero su veredicto fue inconsistente con la verdad”.
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Por su parte, Michael Tein, el otro abogado del excongresista, dijo en español que los testigos “mintieron” y “que son unos asesinos, son lo peor de lo peor”, en referencia a extraficantes que testificaron en el juicio, que duró 10 días.
El fiscal y el abogado defensor deben especificar qué partes del registro textual del juicio y de las pruebas desean que considere la corte de apelaciones para decidir sobre la apelación.
En caso de ser absuelto, el fiscal no puede apelar. En ciertas circunstancias, el acusado puede apelar también la sentencia que se le impuso.
No se permite presentar pruebas nuevas en la apelación.
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Los delitos de Tony Hernández
Luego de escuchar a cinco narcotraficantes confesos, a oficiales antidrogas y conocer las pruebas aportadas por la fiscalía, que mostraron punto por punto la red criminal con la cual operaba Tony Hernández, el jurado lo encontró culpable de los cuatro delitos de narcotráfico por los que fue acusado.Los delitos fueron conspirar para importar cocaína hacia los Estados Unidos, delito que contempla una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una máxima de cárcel de cadena perpetua.
El segundo delito fue posesión de armas y dispositivos destructivos, por los cuales Tony Hernández podría enfrentar una pena mínima de 30 años de prisión y una máxima de prisión de por vida.
El siguiente delito fue conspiración para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos, la cual solo contempla la pena de cárcel de por vida.
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Y el cuarto delito por el cual fue acusado el hermano del presidente Juan Orlando Hernández Alvarado fue el de dar falso testimonio a los agentes de la DEA, por el cual se le impondría una pena cinco años de reclusión.
Este caso, que inició el 2 de octubre y llevó once días- hasta llegar al veredicto de culpabilidad- mostró claramente cómo la clase política hondureña, los militares y los policías están involucrados en el narcotráfico.
Asimismo, reflejó la inoperancia y confabulación de los operadores hondureños de justicia para enjuiciar a los capos de la droga.
El caso contra Tony Hernández, que culminará el próximo 17 de enero con la sentencia, deja abierta la posibilidad que en los próximos meses otros hondureños mencionados en el caso comiencen a desfilar por la Corte de Nueva York.
