El extenso documento desvela que un grupo de auditores del TSC realizó una inspección en la sala y “se detectó que el triaje construido no ha sido utilizado para el fin que se había previsto”.
La finalidad de la construcción del triaje era que albergara a pacientes sospechosos de la enfermedad covid-19, pero al momento de la inspección, los auditores encontraron que la sala “se ha utilizado como bodega y sala de descanso de algún personal”.
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Según el informe N.º 001-2020-CEAC-GAE-COPECO-B del TSC, esta situación evidencia la falta de comunicación con las autoridades de El Tórax para determinar si era necesaria la obra.
La construcción del triaje se dio tras la autorización de un grupo de exfuncionarios de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) a espaldas de la Secretaría de Salud.
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De acuerdo con la auditoría, el exministro de Copeco, Gabriel Rubí, y la empresa JF Construcciones firmaron un contrato para la construcción de la obra. Los fondos para la edificación del triaje ascendieron a 1.9 millones de lempiras y fueron manejados directamente por Copeco, constata la auditoría.
El informe concluye que hubo una sobrevaloración de 653,697.38 de lempiras y que no se solicitó la garantía de calidad de las obras realizadas.
Los principales investigados en este caso son el exministro Gabriel Rubí y el exgerente administrativo de Copeco, Cristian Santeli.
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